Cuando el olfato de los adultos mayores se reduce, su riesgo de depresión sube

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LUNES, 3 de julio de 2023 (HealthDay News) -- Los investigadores encontraron unas nuevas evidencias significativas de un vínculo entre una reducción en el sentido del olfato y el riesgo de desarrollar depresión más adelante en la vida.

La afección se conoce como hiposmia, o a su nivel más profundo, anosmia, y se ha asociado antes con la enfermedad de Alzheimer en los adultos mayores.

"Hemos visto repetidamente que un mal sentido del olfato puede ser una señal de advertencia temprana de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson, además del riesgo de mortalidad. Este estudio subraya su asociación con los síntomas de depresión", señaló Vidya Kamath, profesora asociada de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore.

"Además, este estudio explora factores que podrían influir en la relación entre el olfato y la depresión, lo que incluye una mala cognición y la inflamación", apuntó en un comunicado de prensa de la universidad.

En el estudio, los investigadores dieron seguimiento a más de 2,100 adultos mayores que vivían en la comunidad a lo largo de ocho años, usando datos del Estudio de salud, envejecimiento y composición corporal (Health ABC, en inglés).

Estos adultos mayores estaban sanos, y tenían de 70 a 73 años, cuando comenzó el periodo del estudio en 1997. Ninguno tenía dificultades para caminar un cuarto de milla (poco menos de medio kilómetro), subir diez escalones y realizar actividades normales.

Se evaluó a los participantes en persona cada año, y por teléfono cada seis meses.

El olfato se introdujo por primera vez en 1999, cuando un 48 por ciento de los participantes mostraron un sentido del olfato normal. Un 28 por ciento adicional mostró una reducción en el sentido del olfato, y un 24 por ciento tenían una pérdida profunda de este sentido.

Aquellos cuyo sentido del olfato permaneció más fuerte tendían a ser más jóvenes que los que reportaron una pérdida significativa del olfato.

Alrededor de un 25 por ciento de los participantes desarrollaron unos síntomas significativos de depresión durante el periodo de seguimiento.

Los autores encontraron que los que tenían una reducción o una pérdida significativa del olfato presentaban un riesgo más alto de desarrollar unos síntomas significativos de depresión.

Durante el estudio, los investigadores también identificaron tres trayectorias de síntomas depresivos. Los síntomas depresivos de los participantes eran estables bajos, estables moderados y estables altos.

Tener un peor sentido del olfato se asoció con un mayor riesgo de que un participante cayera en los grupos de síntomas depresivos moderados o altos, lo que indicó que tener un peor sentido del olfato se asoció con unos mayores síntomas de depresión.

"Perder el sentido del olfato influye en muchos aspectos de nuestra salud y conducta, por ejemplo percibir si la comida está dañada o a un gas nocivo, y el disfrute al comer. Ahora podemos ver que también podría ser un importante indicador de vulnerabilidad de que algo ha ido mal con la salud", señaló Kamath. "El olfato es una forma importante de implicarnos con el mundo que nos rodea, y este estudio muestra que podría ser una señal de advertencia de depresión a una edad avanzada".

El sentido del olfato funciona a través de lo que se conoce como neuronas olfativas, ubicadas en la nariz.

Tienen un receptor de olor, que detecta las moléculas liberadas por la sustancias y las transmite al cerebro.

Ese olor se procesa en el bulbo olfatorio del cerebro, que los científicos piensan que interactúa de cerca con la amígdala, el hipocampo y otras estructuras del cerebro que regulan y posibilitan a la memoria, la toma de decisiones y las respuestas emocionales.

El olfato y la depresión quizá estén vinculados a través de rutas tanto biológicas como conductuales, por ejemplo una alteración en los niveles de serotonina y una reducción en la función social, plantearon los autores.

Planifican continuar estudiándolo en más grupos de adultos mayores. Entre las áreas que les gustaría explorar se encuentra si los bulbos olfatorios de los individuos están alterados en las personas que tienen depresión. El equipo también planifica investigar si el olfato se puede usar para ayudar a tratar la depresión a una edad avanzada.

Los hallazgos, respaldados por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU., se publicaron en la edición del 26 de junio de la revista Journal of Gerontology: Medical Sciences.

Más información

Los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. ofrecen más información sobre el sentido del olfato.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTE: Johns Hopkins Medicine, news release, June 26, 2023

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