¿Qué es lo que mejor alivia las infecciones de oído recurrentes en los niños?

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JUEVES, 13 de mayo de 2021 (HealthDay News) -- Las infecciones frecuentes del oído medio son el archienemigo de muchos padres y niños pequeños. Ahora, un nuevo estudio sugiere que un tratamiento común (los "tubos en el oído") quizá no prevenga los casos futuros.

Las infecciones del oído medio (u otitis media aguda) quedan en segundo lugar solo ante el resfriado común como fuente de sufrimiento en la niñez. Ocurren cuando el espacio lleno de aire detrás del tímpano se infecta y se llena de líquido, lo que puede provocar dolor, fiebre y que no se oiga bien.

Algunos bebés y niños pequeños son propensos a unas infecciones frecuentes. Una opción de tratamiento es colocar, mediante una cirugía, un minúsculo tubo en el tímpano, para ayudar a drenar el fluido que se acumula detrás de éste.

Pero el nuevo estudio, que se publicó en la edición del 13 de mayo de la revista New England Journal of Medicine, encontró que la táctica no prevenía las infecciones futuras.

De 250 bebés y niños pequeños a quienes dieron seguimiento, los tratados con tubos en el oído sufrieron la misma cantidad de infecciones del oído medio en los dos años posteriores que los que recibieron solo antibiótico tras cada infección.

La buena noticia es que las infecciones de ambos grupos se disiparon con el tiempo, señaló el investigador, el Dr. Alejandro Hoberman, del Hospital Pediátrico de UPMC, en Pittsburgh.

Normalmente, los niños superan las infecciones a medida que crecen, explicó. Los bebés y los niños pequeños son vulnerables a las infecciones debido a la estructura de sus trompas de Eustaquio, que ayudan a drenar el fluido del oído medio. Cuando los pequeños crecen, esto cambia.

Según Hoberman, los nuevos hallazgos sugieren que muchos niños pueden evitar los tubos.

Pero añadió que algunos quizá necesiten tubos si su tasa de infecciones de oído no se reducen con el tiempo.

El Dr. Steven Sobol es presidente de la Sección de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics).

Afirmó que el estudio "respalda la creencia bien establecida de que muchos niños con otitis media aguda recurrente al final superan sus síntomas al crecer, independientemente de si han sido gestionados médica o quirúrgicamente".

Pero las decisiones sobre el tratamiento dependen de varios factores, señaló Sobol. Éstos incluyen si las infecciones alteran el desarrollo del oído y el habla de un niño.

La Dra. Maura Cosetti, del Hospital del Ojo y el Oído de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York, enfatizó este punto.

"La edad de los niños del estudio... se corresponde con lo que se cree que es el periodo delicado para el desarrollo del habla y el lenguaje", apuntó Cosetti.

A diferencia de los antibióticos, explicó, los tubos en el oído "podrían proveer un alivio inmediato de la pérdida auditiva relacionada con el fluido en el oído medio, pero en el estudio actual quizá sea difícil cuantificar el valor de esto".

Para Sobol, el estudio "enfatiza la importancia de crear un método individualizado para la gestión".

El ensayo incluyó a 250 niños, con una edad de 6 meses a casi 3 años, que habían sufrido infecciones de oído medio recurrentes: al menos tres en un periodo de seis meses, o cuatro en un plazo de un año.

El equipo de Hoberman los asignó al azar a la implantación quirúrgica de un tubo en el oído o a recibir antibióticos orales cuando sufrían una nueva infección.

Los niños que recibieron los tubos en el oído también recibieron antibióticos cuando sufrieron nuevas infecciones, pero mediante gotas para los oídos. Si esto no funcionaba, cambiaban a antibióticos orales.

Una ventaja potencial de los tubos en los oídos, anotó Hoberman, es que permiten el uso de las gotas antibióticas para los oídos. Esto podría reducir el riesgo de que las bacterias de otras partes del cuerpo desarrollen resistencia a los antibióticos.

Pero, a lo largo del estudio de dos años, los tubos en el oído no mostraron una ventaja clara respecto a las nuevas infecciones ni a la resistencia a los antibióticos.

La tasa promedio de infecciones recurrentes en el oído fue de más o menos 1.5 por año en el grupo de los tubos en el oído, y de 1.7 en el grupo de comparación. Las infecciones se redujeron en ambos grupos en el segundo año.

Los niños con tubos en el oído sí pasaron menos días tomando antibióticos orales, encontró el estudio.

Pero los dos grupos de tratamiento no mostraron ninguna diferencia en las probabilidades de tener bacterias resistentes a los antibióticos en la nariz o la garganta.

Aun así, Sobol apuntó que el grupo de los tubos en el oído tuvo ciertas ventajas.

Una fue que tendían a estar libres de infecciones durante más tiempo antes de su primera recurrencia. En general, también tuvieron menos días con síntomas de la infección, con la excepción de la descarga del oído.

Al mismo tiempo, apuntó Hoberman, los tubos en el oído conllevan riesgos, aunque son pequeños. Durante el procedimiento, puede haber sangrado o reacciones a la anestesia. A más largo plazo, el tubo se puede bloquear o provocar cambios estructurales en el tímpano.

Al final, dijo Sobol, el tratamiento se debe elegir según cada caso.

Para ayudar a prevenir las infecciones en el oído medio en primer lugar, Hoberman apuntó que los bebés deben recibir la vacuna neumocócica de rutina. La lactancia materna y proteger a los niños del humo de segunda mano también pueden reducir el riesgo, añadió.

Más información

La Nemours Foundation ofrece más información sobre las infecciones del oído medio.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Alejandro Hoberman, MD, director, general academic pediatrics, UPMC Children's Hospital of Pittsburgh, and professor, pediatric research, University of Pittsburgh School of Medicine; Maura Cosetti, MD, director, Cochlear Implant Center, New York Eye and Ear Infirmary of Mount Sinai, New York City; Steven Sobol, MD, MSc, chairman, Section on Otolaryngology-Head and Neck Surgery, American Academy of Pediatrics, Itasca, Ill.; New England Journal of Medicine, May 13, 2021

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