LUNES, 14 de marzo de 2022 (HealthDay News) -- Los pastores alemanes son una de las razas de perro más nobles del planeta, pero pueden ser víctimas de un trastorno para tragar que con frecuencia resulta letal.
Ahora, unos investigadores reportan que no solo han identificado una variante genética que explica esta susceptibilidad, sino que también han diseñado una prueba para detectar la enfermedad, llamada megaesófago idiopático congénito (MIC), que los criadores pueden utilizar para reducir el riesgo de la enfermedad en nuevas camadas.
Los cachorros con MIC tienen un esófago agrandado que no puede llevar la comida al estómago. Vomitan su comida y no prosperan, lo que con frecuencia conduce a la eutanasia.
En este estudio, investigadores de la Universidad Clemson realizaron un escáner de todo el genoma para identificar a los genes asociados con el trastorno en los pastores alemanes.
El escáner reveló un vínculo en el cromosoma canino 12 y una variante dentro del receptor de la hormona concentradora de la melanina 2 (MCHR2), que afecta al apetito, el peso y la forma en que la comida pasa por el tracto digestivo.
Un desequilibrio en las hormonas concentradoras de la melanina podría tener un rol en el MIC, según los autores del estudio, que se publicó el 10 de marzo en la revista PLOS Genetics.
Leigh Anne Clark, profesora asociada de genética y bioquímica de Clemson, dirigió la investigación.
Aparece tras un estudio distinto, que se publicó en enero, sobre un tratamiento para el megaesófago.
Su equipo también encontró que los cachorros machos tienen el doble de probabilidades que las hembras de presentar el trastorno. Esto podría deberse a que unos niveles más altos de estrógeno en las hembras permiten que la comida pase al estómago con una mayor efectividad, protegiéndolas así de la enfermedad.
"Lo que han encontrado en las personas es que el estrógeno tiene el efecto de relajar el esfínter que conecta al esófago con el estómago. Al tener más estrógeno, el músculo liso que se encuentra allí es más propenso a abrirse de forma natural", comentó la primera autora, Sarah Bell, asistente de investigación de postgrado en genética. Esto aumenta el paso de la comida al estómago.
La variante MCHR2 y el sexo del perro puede predecir el riesgo de megaesófago con una precisión del 75 por ciento, según los investigadores. Los propietarios pueden tomar muestras con hisopo de las encías de sus perros y enviar las muestras a las compañías de pruebas genéticas.
Aunque los pastores alemanes tienen la tasa más alta de la enfermedad, también afecta a otras razas, como a los labradores, los gran daneses, los perros salchicha (dachshunds) y los schnauzers miniatura.
Los investigadores apuntaron que no está claro si la variante genética que se identificó en este estudio está implicada en el MIC en otras razas.
Más información
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Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Clemson University, news release, March 10, 2022