MARTES, 27 de febrero de 2018 (HealthDay News) -- Esas retorcidas várices que pueden aparecer en las piernas a medida que se envejece no solo resultan poco estéticas. Una nueva investigación sugiere que podrían quintuplicar el riesgo de unos peligrosos coágulos sanguíneos.
Esos coágulos, conocidos como trombosis venosa profunda (TVP), pueden resultar letales si se desplazan a los pulmones o al corazón, señalaron unos investigadores taiwaneses.
"Las várices no son solo un problema cosmético o sintomático, porque podrían asociarse con un riesgo creciente de una enfermedad más grave", explicó el investigador líder, el Dr. Shyue-Luen Chang, flebólogo en el departamento de dermatología en el Hospital Conmemorativo Chang Gung, en Taoyuán.
Las várices son una afección común que afecta a más o menos un 23 por ciento de los adultos estadounidenses, apuntaron los investigadores.
"Los pacientes con várices quizá ameriten una monitorización cuidadosa y una evaluación temprana", añadió Chang.
En un grupo de más de 425,000 personas, la mitad de las cuales tenían várices, el equipo de Chang encontró que la afección se asociaba con un aumento de 5.3 veces en el riesgo de trombosis venosa profunda.
Pero no se sabe si las várices provocan los coágulos o si son un riesgo real de los mismos, dijo Chang. Se necesita más investigación, dado que el estudio no probó que las várices provocaran los coágulos, comentó.
"No se sabe mucho sobre las várices y el riesgo de esas otras enfermedades", dijo Chang. "Aclarar las posibles asociaciones entre las várices y las enfermedades que suponen una amenaza para la salud es importante".
Los investigadores también encontraron una tendencia a un aumento en el riesgo de embolia pulmonar o EP (coágulos en los pulmones) o EAP (un estrechamiento de las arterias de las piernas) entre los que tenían várices, pero no pudieron determinar si las várices eran un riesgo real de esas afecciones.
En el estudio, Chang y sus colaboradores utilizaron datos del programa de Seguro Nacional de Salud de Taiwán. Los pacientes se inscribieron en la base de datos entre 2001 y 2013, y se les siguió hasta 2014.
Un punto débil del estudio es que los datos de reclamaciones de seguro no incluyen información sobre los pacientes que no buscaron atención médica.
Por tanto, quizá los hallazgos solo apliquen al riesgo en pacientes con várices más graves que necesitaron atención médica, explicaron los investigadores.
Una cardióloga de EE. UU. pidió que se realice más investigación sobre la posible conexión.
"Dada la alta prevalencia de las várices en la población general en todo el mundo, los resultados de este ensayo deberían dar lugar a estudios futuros para investigar más el efecto de las várices sobre la inflamación y la formación de coágulos sanguíneos, y para evaluar el vínculo entre la gravedad de las várices y la TVP", apuntó la Dra. Maja Zaric, cardióloga intervencionista en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
El estudio sugiere que las várices se deben tomar más en serio y probablemente tratarse de forma más agresiva, dijo.
"Es prudente establecer qué categorías de pacientes con várices tienen el riesgo más elevado, y cómo un tratamiento agresivo y temprano debería prevenir las complicaciones graves, dada la morbilidad y la mortalidad asociadas tanto con la TVP como con la EP", añadió Zaric.
El informe aparece en la edición del 27 de febrero de la revista Journal of the American Medical Association.
Más información
Para más información sobre las várices, visite el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los EE. UU.
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