MARTES, 4 de febrero de 2020 (HealthDay News) -- La plastilina y la pasta cruda son suministros clásicos para las manualidades en el aula, ¿pero qué pasa si en el aula los niños tienen enfermedad celíaca?
El gluten de esas sustancias no es peligroso, encuentra una investigación reciente. Siempre y cuando los niños celíacos no coman las sustancias con las que juegan, podemos eliminar a la plastilina y a la pasta cruda de la lista de riesgos de exposición, señalaron los investigadores.
Otros suministros escolares, como el papel maché y la masa de harina, se vincularon con la transferencia del gluten. Pero con el lavado de las manos y la limpieza de las superficies, no se detectaron residuos en las manos ni en las superficies de juego, encontró el estudio.
"Hemos entrenado a las familias durante muchos años para que eviten que los niños toquen ningún suministro escolar que contenga gluten, lo que puede resultar difícil, sobre todo para los niños pequeños", comentó la líder del estudio, Vanessa Weisbrod, directora ejecutiva del Programa de Enfermedad Celíaca del Hospital Pediátrico Nacional, en Washington, D.C.
"Estos hallazgos hacen una distinción fácil: los suministros escolares que son secos y no son pegajosos muestran una transferencia de gluten muy baja, mientras que los que son húmedos y pastosos se pegan mucho a las manos y a las superficies de las mesas", apuntó. "En todos los casos, una buena higiene de las manos y la limpieza de las superficies tras usar materiales que contengan gluten pueden prevenir la mayor parte de la transferencia del gluten".
En el estudio, su equipo evaluó cinco situaciones en que la transferencia de gluten podría ser suficientemente alta como para plantear un riesgo para los niños con enfermedad celíaca. Entre los que tienen enfermedad celíaca, los productos que contienen más de un 0.002 por ciento de gluten se consideran peligrosos.
Tras cinco minutos de manejar la plastilina o la pasta seca, se encontró una transferencia insignificante de gluten, comentaron los autores del estudio en un comunicado de prensa de la universidad.
También se evaluaron métodos de eliminación de las partículas de gluten. Se mostró que lavarse las manos con agua, lavarse las manos con jabón y agua, y pasar toallitas desinfectantes de forma exhaustiva eliminaba el gluten con efectividad.
"Ya sea que se esté protegiendo de las bacterias o del gluten, lavarse las manos y la higiene de las superficies son la clave", añadió Weisbrod en el comunicado de prensa. "Como padres, debemos hacer todo lo posible por mantener a nuestros hijos seguros y sanos, y este estudio sin duda muestra que lo mejor que podemos hacer es enseñar a los niños a lavarse las manos".
Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition.
Más información
Para más información sobre la enfermedad celíaca, visite la Academia Estadounidense de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians).
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