MIÉRCOLES, 27 de julio de 2022 (HealthDay News) -- La frase "sin sacrificio no hay beneficio" quizá sea cierta para las personas con enfermedad arterial periférica (EAP), encuentra un nuevo estudio.
Los investigadores encontraron que las personas con EAP que caminaban a un paso que les provocaba incomodidad, o incluso dolor, mejoraron su capacidad de caminar.
"El ejercicio que induce dolor en las piernas es beneficioso, aunque difícil", comentó la autora sénior del estudio, la Dra. Mary McDermott, profesora de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste.
"Ahora estamos trabajando para identificar unas intervenciones que puedan hacer que el ejercicio de alta intensidad sea más fácil, y que siga siendo beneficioso, para las personas con EAP", aseguró.
La EAP ocurre cuando las arterias que llevan sangre del corazón al resto del cuerpo se estrechan, lo que reduce el flujo de sangre y oxígeno. Puede provocar calambres, debilidad, fatiga, y dolor en las piernas y pies mientras se camina. Los síntomas se calman tras unos 10 minutos de descanso.
Aunque los investigadores sabían que caminar en una cinta caminadora ayudaba a mejorar qué tan bien y qué tan lejos podía caminar una persona con EAP, no sabían qué diferencia haría el paso.
El nuevo estudio, que se publicó en la edición del 27 de julio de la revista Journal of the American Heart Association, incluyó a 264 personas con EAP a quienes se asignó al azar a uno de tres grupos. Participaban en un ensayo llamado Intervención de ejercicio de baja intensidad para la EAP (LITE, por sus siglas en inglés), que incluyó a 305 personas de cuatro universidades de EE. UU.
Durante 12 meses, el primer grupo caminó en casa a un paso cómodo. El segundo grupo caminó a un paso que inducía síntomas en las piernas. El tercer grupo no caminó como ejercicio. Los grupos que hicieron ejercicio usaron un dispositivo para monitorizar la intensidad con que caminaban, y durante cuánto tiempo.
Se determinó un umbral de intensidad alta o baja para cada persona que hacía ejercicio. Los pacientes subieron los datos sobre la frecuencia, la intensidad y la duración del ejercicio a un sitio web del estudio.
Los participantes completaron pruebas de la función de las piernas al principio, y de nuevo a los seis y 12 meses. Medían qué tan rápido caminaban 13 pies (casi 4 metros) a su paso usual, y lo más rápido que pudieran caminar. También completaron una prueba breve del rendimiento físico que incluía caminar a su velocidad preferida, una prueba de equilibrio estando de pie, y pararse de una silla.
Los participantes en el grupo que caminó rápido podían andar 11 pies (3.4 metros) por minuto más rápido a los seis meses, y 16 pies (4.9 metros) más rápido por minuto más rápido a los 12 meses que los que caminaron a una intensidad baja. A los seis meses, tenían una velocidad casi 13 pies más alta por minuto que los que no habían caminado. Este aumento no tuvo una significación estadística al año.
A los 12 meses, las personas que caminaron para hacer ejercicio con dolor o incomodidad en las piernas tuvieron un total casi un punto más alto en tres pruebas de función de las piernas que las personas que caminaron a un paso cómodo sin dolor de piernas, encontró el estudio.
Los que caminaron para hacer ejercicio a un paso cómodo no mostraron ninguna mejora en la velocidad de caminar a los seis o 12 meses, en comparación con los que no caminaron.
"Los resultados nos sorprendieron, porque se pensaba que caminar para hacer ejercicio a un paso que indujera dolor entre las personas con EAP se asociaba con un daño en los músculos de las piernas", apuntó McDermott en un comunicado de prensa de la revista.
"Según estos resultados, los profesionales clínicos deben aconsejar a los pacientes que caminen para el ejercicio a un paso que induzca incomodidad en las piernas, en lugar de a un paso cómodo sin dolor", enfatizó.
La edad promedio de los participantes era de 69 años.
Entre 9 y 10 millones de estadounidenses tienen EAP, y las personas negras, los amerindios y los pobres se ven afectados de forma desproporcionada. Cada año, alrededor de 150,000 se someten a amputaciones debido a la afección.
Los investigadores comentaron que sus hallazgos deben ser confirmados en estudios futuros, y que los resultados de caminar en casa podrían ser distintos que los obtenidos mientras se camina en una cinta bajo supervisión profesional.
La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) y 24 socios lanzaron el Plan nacional de acción contra la EAP (PAD National Action Plan) en mayo, para ayudar a prevenir las complicaciones de la EAP, a resolver los riesgos para la salud cardiaca y a mejorar la calidad de vida de quienes sufren de la enfermedad.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la enfermedad arterial periférica.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: Journal of the American Heart Association, news release, July 27, 2022