Los adolescentes teleadictos son propensos a tener problemas de aprendizaje

Un estudio sugiere que podrían invertir mejor su tiempo si lo dedican a la lectura y a sus tareas escolares
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LUNES 7 de mayo (HealthDay News/HispaniCare) -- Los adolescentes que viven pegados a la tele durante tres o más horas al día están en mayor riesgo de desarrollar problemas de atención y aprendizaje, según sugiere un estudio reciente.

La investigación, dirigida por Jeffrey G. Johnson del Colegio de Médicos y Cirujano de la Universidad de Columbia y del Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York, encontró también que ver televisión conducía a problemas de aprendizaje, y no al revez.

"Nuestros hallazgos sugieren que los adolescentes que pasan gran parte de su tiempo delante de la televisión son más propensos a tener problemas de atención y de aprendizaje que persisten e interfieren con sus logros educativos a largo plazo", apuntó Johnson.

"Tanto si los adolescentes tenían o no problemas de atención o aprendizaje, estaban en mayor riesgo de padecerlos más adelante", dijo Johnson.

Johnson aconseja a los padres que limiten la cantidad de tiempo de sus niños frente a la tele. "Alrededor de una a dos horas al día", apuntó. "Y deberían ver programas de calidad", agregó.

Los videojuegos pueden tener el mismo efecto que la televisión, señaló Johnson. "El problema con los videojuegos es que la mayoría tiene muy poco valor educativo. Además, es posible que algunos fomenten el desarrollo de problemas de atención", declaró.

Johnson recomienda limitar el acceso a la televisión, por ejemplo, al no colocar un aparato en la habitación del niño. Si el niño tiene un acceso ilimitado a la televisión, podría experimentar a largo plazo más dificultades para alcanzar su potencial como adultos".

"El hallazgo de que pasar mucho tiempo frente al televisor en la adolescencia está asociado con resultados académicos negativos no es una sorpresa", dijo Tara Stevens, profesora asistente de psicología educativa y liderazgo en la Universidad Tecnológica de Texas. "La contribución interesante del estudio es que esta relación aún estaba presente cuando tanto el estatus socioeconómico como los problemas de aprendizaje y atención previos estaban estadísticamente controlados", agregó.

Durante algún tiempo, los investigadores teorizaron que ver televisión en exceso podría contribuir a problemas de aprendizaje, porque acapara el tiempo que podría dedicarse a la lectura o a hacer la tarea. Ver televisión también exige poco esfuerzo intelectual.

En el estudio, Johnson y sus colegas recopilaron datos de 678 familias del norte de Nueva York. Entrevistaron a los padres y a sus hijos sobre hábitos televisivos y problemas en la escuela. Las entrevistas se realizaron en tres momentos, cuando los niños tenían 14, 16 y 22 años.

Además, cuando los participantes del estudio alcanzaron los 33 años, suministraron información sobre su educación secundaria y superior, tales como si se graduaron de la escuela secundaria o si asistieron a la universidad.

Cuando los niños tenían 14 años, el 33 por ciento dijo que veía la tele tres o más horas al día. Los investigadores hallaron que ver demasiada televisión a los 14 años estaba asociado con problemas de atención, no terminar las tareas escolares, aburrimiento en la escuela, no terminar la secundaria, malas calificaciones, actitudes negativas hacia la escuela, fracaso académico en general en la escuela secundaria y no seguir una educación superior.

El equipo de Johnson también evaluó si ver televisión causaba estos problemas o si los niños que ya eran propensos a sufrirlos veían esa cantidad de televisión.

"Los resultados sugieren que aunque los adolescentes con problemas de aprendizaje o atención podrían pasar más tiempo delante de la televisión que los adolescentes que no tienen estas dificultades, es poco probable que esta tendencia explique la preponderancia de la asociación entre ver televisión y los problemas de aprendizaje o atención durante la adolescencia", anotó el estudio.

Los investigadores concluyeron que animar a los adolescentes para que vean menos televisión podría ayudarles a evitar problemas de aprendizaje.

Los hallazgos "sugieren que al estimular a los adolescentes a pasar menos de tres horas al día frente a la televisión, los padres, los profesores y los profesionales de atención de salud podrían ayudar a reducir la probabilidad de que los adolescentes en riesgo desarrollen problemas de aprendizaje y atención persistentes", señalaron los autores del estudio.

Los resultados aparecen en la edición de mayo de Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine.

Stevens dijo que los hallazgos necesitan ser interpretados con precaución. Apuntó que la conclusión del estudio "significa simplemente que los que pasan mucho tiempo frente a la tele están en desventaja en comparación con los que no lo hacen".

"Si la televisión fuera un pronosticador potente de problemas de aprendizaje y atención, observaríamos entonces un incremento en el diagnóstico de trastornos de atención y dificultades de aprendizaje en adolescentes junto con un aumento del tiempo frente a la tele. En la actualidad, la mayoría de los diagnósticos de esta categoría se hacen en la escuela primaria", apuntó Stevens.

Stevens cree, al igual que Johnson, que existe la necesidad de incrementar las actividades de fin de semana, verano y extracurriculares que no tengan que ver con la televisión.

"Ver televisión en la adolescencia está asociado con múltiples problemas, tales como el tabaquismo y la obesidad", dijo. "Discutir respecto a la magnitud y naturaleza del impacto de la televisión sobre los problemas de atención y aprendizaje no tiene sentido ya que la evidencia acumulada señala claramente los beneficios de ver televisión de forma moderada y selectiva".

En otro estudio que aparece en la misma edición de la publicación, los investigadores encontraron que muchos padres ignoran las señales de advertencia de la American Academy of Pediatrics (AAP) y permiten que sus hijos vean televisión, DVD, o videos. A los 3 meses de edad, alrededor del 40 por ciento de los bebés ya son televidentes habituales. A la edad de 2 años, el número sube al 90 por ciento, señalaron los investigadores, dirigidos por Frederick Zimmerman, profesor asociado de servicios de salud en la Universidad de Washington.

"Aunque ver programas apropiados en la televisión a la edad adecuada puede ser útil para los niños y sus padres, se ha demostrado que ver demasiada tele antes de los tres años está asociado con problemas de control en la atención, comportamientos agresivos y un pobre desarrollo cognitivo. En los últimos años, ver televisión a una edad temprana es cada vez más común, por lo que se ha convertido en uno de los problemas de salud pública más importantes que enfrentan los niños estadounidenses", escribieron los autores del estudio.

Ese hallazgo concuerda con otro estudio, que aparece el lunes en la edición de mayo de Pediatrics, que reportó que sólo el 32 por ciento de los niños entre cero y dos años no veía televisión, y que hasta uno de cada cinco niños menores de 2 años tenía una tele en su cuarto.

La American Academy of Pediatrics recomienda que los niños de 2 años o menos no deberían ver televisión en absoluto.

Más información

Para aprender más sobre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, visite el National Institute of Mental Health.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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