MIÉRCOLES, 15 de junio de 2016 (HealthDay News) -- Besar a una tortuga puede ser no solo poco higiénico, sino que podría en realidad provocar una enfermedad.
Las autoridades sanitarias de EE. UU. encontraron que las tortugas pequeñas ilegales provocaron quince brotes de salmonella en Estados Unidos en la última década. La mitad de esos casos fueron en niños de menos de 10 años de edad.
Era probable que ciertas conductas condujeran a la infección, según el nuevo informe. Entre esas conductas se encuentran "besar a las tortugas, dejar que anden por las encimeras y los tableros de la cocina cuando se preparan o consumen alimentos o bebidas, y limpiar los hábitats de las tortugas en el fregadero de la cocina", señalaron los investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Aunque está prohibidas desde 1975, las tortugas de menos de 4 pulgadas (10 centímetros) siguen siendo mascotas populares en Estados Unidos, según el informe.
"Hace mucho que se reconoce que la exposición a las tortugas pequeñas que se tienen como mascotas son una fuente de salmonelosis en los humanos en Estados Unidos, y el riesgo de salud pública podría estar en aumento", comentaron los investigadores, liderados por Stacey Bosch, de los CDC. "Esos pequeños reptiles se adquieren con facilidad en varios lugares, y siguen siendo la principal fuente de salmonelosis asociada con las tortugas en los niños".
La prevención requerirá "un método integral que involucre a la salud humana, animal y ambiental", dijeron los investigadores en un comunicado de prensa de la agencia.
El informe aparece en la edición de julio de la revista Emerging Infectious Diseases.
Antes de la prohibición, cada año unas 280,000 personas enfermaban de salmonella vinculada con las tortugas, según los CDC.
Es posible infectarse sin tocar a la tortuga, dijo hace poco Maroya Walters, epidemióloga de los CDC. "No hay que tocar la tortuga, el acuario ni el agua para enfermar. La contaminación cruzada de las superficies también puede provocar enfermedad", advirtió.
Los síntomas de salmonella incluyen diarrea, fiebre y calambres abdominales entre 12 y 72 horas tras la infección. Generalmente, la enfermedad dura de cuatro a siete días, y la mayoría de personas se recuperan sin tratamiento, señalan los CDC.
Pero en los casos graves, se podría necesitar hospitalización. En esos pacientes, la infección con salmonella se puede propagar al torrente sanguíneo y a otras partes del cuerpo. En esos casos, la salmonella puede resultar letal sin un tratamiento con antibióticos, según los CDC.
Las personas mayores, los bebés, las mujeres embarazadas y los que tienen sistemas inmunitarios debilitados son más propensos a sufrir una enfermedad grave, señala la agencia.
Todas las tortugas pueden portar y transmitir la salmonella en la piel y en los caparazones, dijo Walters. "Las tortugas y otros reptiles no deben tenerse en casa ni en la escuela, ni en otros lugares donde haya niños menores de 5 años", aconsejó.
En los hogares con niños mayores o donde las personas decidan tener reptiles, es importante lavarse las manos tras manejar las tortugas, sus hábitats o cualquier sitio por el que deambulen, enfatizó Walters.
Más información
La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. ofrecen más información sobre las tortugas mascotas y la salmonella.
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