VIERNES, 15 de mayo de 2020 (HealthDay News) -- Unos investigadores informan que las muertes por los accidentes de coche entre los adolescentes se han reducido en un tercio, un hallazgo que ilustra cómo las leyes sobre la conducción distraída están salvando vidas, durante un periodo en que el número de estados de EE. UU. que cuentan con ese tipo de leyes se ha triplicado.
"Encontramos que los estados que contaban con leyes primarias sobre la conducción distraída que hacían cumplir tenían un número más bajo de accidentes letales en que estuvieran implicados conductores y pasajeros de 16 a 19 años", señaló el autor del estudio, el Dr. Michael Flaherty. Flaherty es médico tratante de medicina de atención crítica pediátrica en el Hospital General de Massachussets y en el Hospital Pediátrico Shriners, en Boston.
Flaherty explicó que las leyes "primarias" sobre la conducción distraída son el tipo de ley que autoriza a la policía a parar a un conductor específicamente debido a una infracción de conducción distraída. En total, 40 estados habían implementado ese tipo de prohibición de los mensajes de texto durante la conducción en 2017.
En 2017, otros seis estados tenían prohibiciones "secundarias" de los mensajes de texto, lo que significa que la conducción distraída solo se podía citar si un conductor ya había sido detenido por otro motivo.
Más allá de los mensajes de texto, 34 estados habían prohibido todo uso de los teléfonos celulares entre los nuevos conductores en 2017, añadió Flaherty, mientras que 12 estados habían prohibido todo uso del teléfono celular en los conductores de todas las edades.
Para evaluar el impacto de esas leyes, el equipo de Flaherty revisó las estadísticas de 38,000 accidentes letales, provenientes de datos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EE. UU. Indicaron que entre 2007 y 2017, la tasa general de mortalidad de adolescentes en accidentes de coche equivalió a unos 20 por cada 100,000 conductores. Esa tasa es mucho más alta entre los conductores de 19 años (de 27.2) que entre los de 16 años (de 10.7).
Pero año por año, la tasa de adolescentes se redujo de forma considerable, de un máximo de casi 20 por cada 100,000 en 2007 a 18.7 por cada 100,000 en 2018.
Y según la información reunida por la Asociación de Seguridad Vial de los Gobernadores (Governors Highway Safety Association) y el Instituto de Seguro para la Seguridad en las Carreteras, ese progreso coincidió con la adición de prohibiciones de la conducción distraída en 32 estados.
Las prohibiciones primarias de los mensajes de texto durante la conducción se vincularon con una reducción del 29 por ciento en la tasa de mortalidad por accidentes de tráfico de los adolescentes, mientras que las prohibiciones secundarias de los mensajes de texto se asociaron con un descenso del 20 por ciento, encontraron los investigadores.
Flaherty, profesor de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston, sugirió que en un mundo perfecto, el tipo más efectivo de ley sobre la conducción distraída es en general la que se aplica a todos los conductores y a todos los tipos de uso del teléfono celular.
Y añadió que los hallazgos demuestran que ese tipo de ley tiene efectos que salvan vidas.
"Los padres deben usar esas leyes como una oportunidad clave para iniciar una conversación con sus hijos adolescentes que conducen sobre los peligros de conducir mientras se está distraído, lo que incluye a los teléfonos celulares, comer y manipular la radio mientras se conduce", dijo Flaherty.
"También deben dar un ejemplo esencial al crear la expectativa de que las conservaciones telefónicas simplemente pueden esperar a que uno llegue a su destino", enfatizó.
"Igual que hemos hecho que la 'conducción bajo la influencia del alcohol' sea inaceptable, lo mismo debe suceder con la 'conducción distraída'", añadió Flaherty.
Con ese objetivo, David Reich, director de relaciones públicas de la The National Road Safety Foundation, una organización sin fines de lucro, dijo que lo ideal es combinar ese tipo de ley con una buena aplicación y con educación sobre la seguridad.
"El método triple ha sido efectivo para lograr que los conductores usen los cinturones de seguridad y para reducir la incidencia de la conducción bajo la influencia del alcohol", aseguró Reich. "Las normas sociales provienen de una educación continua del público. Ahora, la mayoría de las personas consideran que hablar por el teléfono celular mientras se conduce es una conducta inaceptable o mala".
Catherine McDonald, profesora asistente de la facultad de enfermería de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia, se hizo eco de esa opinión.
"Ninguna única estrategia prevendrá el uso de los teléfonos celulares mientras se conduce", advirtió. "La educación, la política y la aplicación son clave. Los padres deben modelar una conducta de conducción segura, lo que incluye no usar el teléfono celular mientras conducen, mucho antes de que sus hijos adolescentes lleguen a la edad de conducir", añadió.
"Los padres también deben fijar y aplicar normas familiares no negociables para la conducción", dijo McDonald. "Esto incluye no usar el teléfono celular mientras se conduce, ya sea en manos libre o en las manos, y no conducir con exceso de velocidad".
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 15 de mayo de la revista Pediatrics.
Más información
Aprenda más sobre la conducción distraída en la The National Road Safety Foundation.
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