Las alergias alimentarias pueden hacer que los niños sean víctimas del acoso escolar

Algunos niños han afirmado que otros niños les han contaminado intencionadamente su comida con alérgenos

VIERNES, 2 de noviembre (HealthDay News) -- Al ser madre de un niño con una grave alergia al cacahuate, Nicole Smith tenía mucho cuidado en leer las etiquetas y asegurarse de que los profesores y administradores de la escuela entendieran que ingerir aunque solo fuera un poco de cacahuete podría ser mortal para su hijo.

Enfrentarse a la alergia suponía todo un reto, y lo fue más todavía cuando se enteró de algo alarmante. Cuando su hijo Morgan estaba en el primer curso, otro estudiante le persiguió por el patio con una galleta de mantequilla de cacahuete gritando: "¡te voy a matar!"

"Nos quedamos en estado de shock", recuerda Nicole, cuyo hijo tiene ahora 16 años y estudia en la escuela secundaria de Colorado Springs, Colorado. "No estábamos preparados para afrontar un acoso por sus alergias alimentarias".

Sin embargo, la investigación muestra que muchos niños con alergias alimentarias dicen haber sido maltratados y víctimas de burlas por esa afección.

Alrededor de un 8 por ciento de los niños de EE. UU. son alérgicos al menos a un tipo de alimento, y muchos de ellos tienen varias alergias alimentarias, según muestra el estudio. Los alimentos que tienen más probabilidades de causar reacciones alérgicas en los niños son los cacahuetes, las nueces de árbol (como los anacardos y las nueces de nogal), la leche, el marisco y los huevos.

Una encuesta de 2010 realizada a más de 350 padres de niños con alergias a los alimentos halló que el 35 por ciento de los niños de 5 y más años eran víctimas de maltrato, burlas y acoso debido a sus alergias alimentarias, y casi el 86 por ciento afirmó que fue en más de una ocasión.

La mayor parte del maltrato ocurrió en la escuela. Aunque casi el 80 por ciento del acoso provenía de los compañeros de clase, más de un 20 por ciento afirmaba que los causantes eran adultos, incluidos profesores o personal de la escuela.

Por terrible que parezca, la encuesta indicaba que parte del maltrato no se limitó a los insultos y las burlas. Más de la mitad (el 57 por ciento) habló de sucesos físicos, como por ejemplo que les tocaran con un alérgeno, que les lanzaran alguno o les amenazaran con hacerlo, e incluso que les contaminaran la comida con alérgenos, según la encuesta, que fue publicada en la revista Annals of Allergy, Asthma & Immunology.

"Lo que diferencia a la alergia alimentaria del maltrato debido a, por citar otra causa, la obesidad, es que además de la angustia emocional y psicológica, se corre el riesgo de un daño físico si se pone algún alérgeno en la comida", afirmó el autor principal del estudio, el Dr. Jay Lieberman, profesor asistente de alergias e inmunología en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee y el Hospital Pediátrico Le Bonheur, en Memphis

Lieberman afirmó que aquellos que respondieron a la encuesta no informaron de ninguna reacción alérgica por la contaminación intencionada de la comida, probablemente porque los niños alérgicos lo vieron y no se la comieron.

No se sabe hasta qué punto las burlas o el maltrato eran maliciosos o si en ellos se reflejaba la falta de entendimiento sobre la gravedad de las alergias alimentarias. Pero los expertos en alergias alimentarias aseguran que han oído muchos relatos: a un niño con alergia al cacahuete le mancharon la mochila con mantequilla de cacahuete, o a otro con alergia a los productos lácteos le echaron leche a la cara con una pajita.

"Muchos niños y muchos padres no acaban de entender que se está poniendo en riesgo la vida de alguien", comentó María Acebal, directora ejecutiva de la Red de Alergias Alimentarias y Anafilaxia (Food Allergy and Anaphylaxis Network). "Pero también vemos que se actúa con mucha malicia, sabiendo que es algo que resulta dañino, y que desean causar daño".

Hay varias explicaciones por las que tener alergias alimentarias hace que estos niños sufran las burlas de los demás, afirman los expertos. Cada vez que un niño es "distinto" (ya sea porque lleva gafas o porque no puede comer lo mismo que los demás) los otros niños pueden aprovecharse de eso, comentó Acebal.

Pero las actitudes sociales también juegan un papel, incluyendo la falta de conciencia de que algo tan aparentemente inocuo como comer una galleta con un trozo de cacahuete puede desencadenar una reacción fatal en algunas personas, añadió.

Y en la televisión y las películas se bromea sobre las alergias alimentarias, aseguró.

"Pienso que nuestra sociedad sabe demasiado ya como para reírse de un niño que va en silla de ruedas. La gente es sensible a eso. Pero todavía no hemos llegado a ese punto con las alergias alimentarias", afirmó.

Para evitar el maltrato escolar, los profesores y los directores necesitan tener muy claro que las alergias alimentarias no son ninguna broma.

"Los profesores y administradores se horrorizarían si vieran que alguien se está burlando de un niño por tener diabetes o cualquiera otra discapacidad", añadió Acebal. "Es necesario que ocurra lo mismo con las alergias alimentarias".

El incidente de Morgan Smith, alérgico a las nueces de árbol, el sésamo, el pescado y el marisco, fue tomado en serio en la escuela. El chico que persiguió a Morgan fue suspendido ese día. Nunca más acosó a Morgan y más tarde incluso se hicieron amigos.

"Tuvimos mucha suerte de que todo quedara en eso, y de que el director hizo que así fuera", afirmó Nicole Smith.

Según la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (American Academy of Allergy, Asthma and Immunology), las señales de alarma de que un niño puede estar sufriendo maltrato escolar pueden ser: la depresión o el retraimiento; no querer ir a la escuela; cambios en los hábitos alimentarios, del sueño o pérdida de peso; o volver a casa con la lonchera llena o comer poco en la escuela.

Morgan animó a otros niños con alergias alimentarias a ser asertivos, y hablar con los padres y los profesores si se sienten amenazados o víctimas de las burlas de otros.

"Estamos muy preocupados. Intento evitar la comida que podría matarme o ponerme muy enfermo", dijo Morgan. "Así que cuando alguien se metía conmigo por preocuparme de ese tema, era muy triste. Hace que sea mucho más duro".

Más información

La Iniciativa de alergia alimentaria ofrece más información sobre las alergias alimentarias.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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