Time spent watching videos (such as on YouTube) and playing video games is tied to a preteen's risk of developing obsessive compulsive disorder
In a study of 9- and 10-year-olds, kids averaged four hours of screen time a day
While online videos and gaming increased a child's odds for OCD, other types of screen time -- TV, texting and social media -- did not
JUEVES, 22 de diciembre de 2022 (HealthDay News) -- Los preadolescentes que pasan gran parte de su tiempo libre viendo videos en línea o jugando videojuegos quizá tengan un riesgo más elevado de desarrollar el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), sugiere un estudio reciente.
Los investigadores encontraron que, entre 9,200 niños de 9 y 10 años que evaluaron, las probabilidades de desarrollar TOC aumentaron poco a poco con cada hora al día que los niños dedicaban a ver videos en línea (por ejemplo, en YouTube) o a jugar videojuegos.
Esto no significa que los niños estén perfectamente bien hasta que comienzan a navegar por el sitio web de videos. Los expertos plantearon que es posible que los que están en una trayectoria hacia el TOC comiencen a ver videos compulsivamente o se vuelvan "adictos" a los videojuegos.
"Es difícil precisar la pregunta sobre la gallina o el huevo", comentó el investigador principal, el Dr. Jason Nagata, profesor asistente de pediatría de la Universidad de California, en San Francisco.
De hecho, añadió, es probable que haya una "relación bidireccional".
Es decir, tal vez los niños compulsivos se vean atraídos a jugar videojuegos una y otra vez, o a ver videos en línea, en que los algoritmos que les envían un continuo suministro de videos adicionales pueden hacer que caigan por un agujero de conejo. Todo esto, a su vez, podría empeorar su compulsividad.
Nagata aseguró que la conclusión es que sería buena idea que los padres (por una variedad de motivos) vigilen el tiempo frente a las pantallas de sus hijos.
El TOC es un trastorno crónico en que las personas tienen unos pensamientos recurrentes e incontrolables que fomentan conductas que deben repetir una y otra vez. Llegan a depender de ciertos rituales, ya sea lavarse las manos, asegurar que los artículos del hogar estén colocados de una cierta forma, o revisar cuáles dispositivos están apagados, de manera compulsiva.
Hay dos momentos en la vida en que existen las mayores probabilidades de que aparezca el TOC, y uno es la preadolescencia, dijo Nagata. El otro es la adultez temprana.
El "tiempo frente a las pantallas" consume gran pate de la vida moderna, y Nagata y sus colegas querían ver si había una relación entre el uso de tecnología entre los niños y sus probabilidades de desarrollar síntomas de TOC.
Recurrieron a datos de un estudio en curso, financiado por el gobierno, que monitoriza la salud y el desarrollo cerebral de casi 12,000 niños en todo el país. Los investigadores se concentraron en poco más de 9,200 niños que tenían 9 o 10 años cuando entraron al estudio.
En ese momento, los niños pasaban cuatro horas frente a las pantallas cada día, en promedio.
A lo largo de los dos años siguientes, un 4.4 por ciento de los participantes del estudio desarrollaron un TOC, basándose en un cuestionario estándar que los padres completaron. Las probabilidades de que lo desarrollaran aumentaron por cada hora adicional al día que un niño pasaba jugando videojuegos (en un 15 por ciento) o viendo videos, por ejemplo en YouTube (en un 11 por ciento).
Otros tipos de tiempo frente a las pantallas (lo que incluyó a la televisión, los mensajes de texto y las redes sociales) no se vincularon con el riesgo de TOC.
El motivo no está claro, pero Nagata planteó que es posible que los videojuegos y los videos en línea sea distintos respecto a la forma en que captan la atención de los niños. Los videojuegos, por ejemplo, quizá fomenten el perfeccionismo, y los niños intentan una y otra vez llegar a una puntuación alta. Y también está el agujero de conejo de YouTube.
El Dr. Eric Hollander es director del Programa del Espectro Autista y Obsesivo Compulsivo del Centro Médico Montefiore, en la ciudad de Nueva York.
Se mostró de acuerdo en que es probable que la relación entre el riesgo de TOC y ver videos y jugar videojuegos sea bidireccional.
Las personas que son compulsivas tienen un riesgo más alto de un "uso problemático de internet", apuntó Hollander, pero este tipo de uso de internet también podría empeorar la conducta compulsiva.
Anotó que el aumento en los riesgos vinculados con los videos y los juegos no fueron inmensos, pero que limitar el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas es buena idea.
Los niños deben implicarse en una variedad de actividades, y deberían poder "alternar" entre ellas, según Hollander.
"Hacer una cosa una y otra vez no es bueno", advirtió.
Ambos médicos anotaron que la pandemia de COVID ha empeorado las preocupaciones sobre el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas. En este grupo de estudio, el tiempo promedio de uso recreativo de las pantallas de los niños, es decir, el que no estaba relacionado con la escuela, llegó a ocho horas al día a principios de la pandemia.
A la vez, otros estudios han mostrado que la salud mental de los niños se deterioró de muchas formas.
Nada de esto significa que los padres deban prohibir las pantallas (aunque pudieran hacerlo), observaron los expertos.
"El tiempo frente a las pantallas no es inherentemente bueno ni malo", dijo Nagata. Pero, añadió, no debe desplazar al ejercicio físico, el tiempo que se pasa al aire libre o con amigos, ni el sueño.
Nagata apuntó a las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics), que ya no ofrecen unos límites de tiempo particulares para el uso de las pantallas, sino que animan a los padres a tener unas normas básicas. Esto podría significar que los niños no puedan usar dispositivos en su habitación, o poco antes de la hora de irse a la cama, o durante el tiempo con la familia.
En cuanto al TOC, Hollander dijo que jugar videojuegos o ver videos de forma excesiva podría ser una señal de que un niño deba recibir una evaluación de la afección. Añadió que la buena noticia es que el tratamiento temprano, que incluye terapias conductuales, con frecuencia funciona.
"Si se detecta pronto y se interviene, a los niños con TOC les va bastante bien", concluyó Hollander.
Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista Journal of Adolescent Health.
Más información
El Instituto Nacional de la Salud Mental de EE. UU. ofrece más información sobre el trastorno obsesivo compulsivo.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Jason Nagata, MD, MSc, assistant professor, pediatrics, University of California, San Francisco; Eric Hollander, MD, director, Autism and Obsessive Compulsive Spectrum Program, Montefiore Medical Center, professor, psychiatry and behavioral sciences, Albert Einstein College of Medicine, New York City; Journal of Adolescent Health, Dec. 12, 2022, online
Parents should keep an eye on kids' screen time and seek an evaluation if they suspect their child has developed obsessive compulsive disorder.