JUEVES, 10 de febrero de 2022 (HealthDay News) -- Uno de cada tres estadounidenses está expuesto a un herbicida común y potencialmente dañino, llamado 2,4-D, y los niños podrían tener un riesgo particular, sugiere una investigación reciente.
La exposición a unos niveles altos del compuesto se ha vinculado con el cáncer, los problemas reproductivos y otros problemas de salud. Los efectos de la exposición a unos niveles más bajos no están claros, pero el 2,4-D es un disruptor endocrino, lo que significa que puede interferir con las hormonas del cuerpo.
Este estudio muestra que los niños y las mujeres en edad fértil son más propensos a exponerse, anotaron los autores.
"Nuestro estudio sugiere que las exposiciones humanas al 2,4-D han aumentado de forma significativa, y se predice que aumenten incluso más en el futuro", comentó la autora principal del estudio, Marlaina Freisthler, estudiante doctoral e investigadora de la Universidad de George Washington, en Washington, D.C.
"Estos hallazgos plantean preocupaciones respecto a si este herbicida de uso tan común podría provocar problemas de salud, sobre todo en los niños pequeños, que son muy sensibles a las exposiciones químicas", señaló en un comunicado de prensa de la universidad.
Los investigadores revisaron los biomarcadores del herbicida en muestras de orina de casi 14,400 participantes en la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición de EE. UU. Estimaron el uso agrícola del 2,4-D al analizar datos públicos y privados de la utilización de pesticidas desde 2001 hasta 2014.
Casi un tercio de los participantes en la encuesta tenían niveles detectables de 2,4-D en la orina durante el periodo del estudio, pero el porcentaje aumentó de un 17 por ciento en 2001-2002 a casi un 40 por ciento una década después, según el estudio. Los resultados se publicaron en la edición en línea del 9 de febrero de la revista Environmental Health.
La exposición humana al herbicida aumento junto con su creciente uso durante el periodo del estudio. Los niños de 6 a 11 años tenían un riesgo más de dos veces más alto de una exposición creciente al 2,4-D, y las mujeres en edad fértil tenían casi el doble de riesgo de exposición, en comparación con los hombres del mismo grupo de edad.
Los niños se pueden exponer al herbicida si juegan descalzos en un césped tratado con la sustancia, o si se ponen las manos en la boca después de jugar al aire libre, donde la tierra o la hierba podrían estar contaminadas con el compuesto.
Otras fuentes de exposición incluyen comer alimentos de soya (el 2,4-D se usa de forma muy frecuente en la soja GMO, y también en el algodón) y respirar el compuesto.
"Estudios posteriores deben determinar cómo la creciente exposición al 2,4-D afecta a la salud humana, en particular cuando la exposición ocurre a una edad temprana", planteó la coautora del estudio, Melissa Perry, profesora de salud ambiental y ocupacional de la George Washington.
"Además de la exposición a este pesticida, los niños y otros grupos vulnerables también se exponen cada vez más a otros pesticidas, y estos compuestos podrían actuar de forma sinérgica para producir problemas de salud", advirtió Perry en el comunicado.
Para prevenir o reducir la exposición al 2,4-D, compre comida cultivada de manera orgánica y evite usar el herbicida en su césped o jardín, añadieron los investigadores.
Más información
Aprenda más sobre el 2,4-D en el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: George Washington University, news release, Feb. 9, 2022