VIERNES, 19 de marzo de 2021 (HealthDay News) -- Los niños en edad preescolar que pasan mucho tiempo viendo películas y programas en la televisión y otras pantallas son más propensos a haber desarrollado problemas emocionales y conductuales a los 5 años, advierte un estudio finlandés.
Pero, a pesar de su reputación, los videojuegos no parecen fomentar ningún problema emocional en los niños, concluyeron los investigadores.
"Encontramos que unos niveles altos de tiempo frente a las pantallas a los 1.5 años se relacionan con problemas con los pares a los 5 años, y que unos niveles altos de tiempo frente a las pantallas se relaciona con más problemas psicosociales a los 5 años, lo que incluye síntomas emocionales y conductuales, además de dificultades con la atención e hiperactividad", comentó la investigadora sénior, la Dra. Juulia Paavonen, subjefa médica de psiquiatría infantil del Hospital Central de la Universidad de Helsinki. "Esto se relacionaba sobre todo con ver programas, en lugar de jugar juegos".
Los hallazgos son preocupantes, porque el uso de teléfonos celulares y tabletas entre los niños preescolares se triplicó entre 2013 y 2017, y muchos niños de 4 años juegan ahora videojuegos, usan aplicaciones o ven videos en esos dispositivos todos los días, dijeron los investigadores en las notas de respaldo.
En su estudio, Paavonen y sus colaboradores examinaron los datos de casi 700 niños que participaron en un estudio de salud pediátrica a largo plazo en Finlandia.
Los datos mostraron que un 23 por ciento de los niños de 18 meses de edad y un 95 por ciento de los niños de 5 años de Finlandia pasaban más de una hora cada día con un dispositivo electrónico, un exceso respecto a las directrices para el tiempo frente a las pantallas de la Organización Mundial de la Salud.
A los 18 meses, los niños pasaban, en promedio, 32 minutos al día con los dispositivos. Esto había aumentado a 114 minutos al día (casi dos horas) a los 5 años.
Más de dos tercios de los niños de 5 años veían programas y películas durante más de una hora al día, mientras que alrededor de 1 de cada 10 pasaba más de una hora al día jugando videojuegos.
Paavonen dijo que los niños que más tiempo pasaban frente a pantallas eran más propensos a presentar:
Pero esto solo se sostuvo respecto al tiempo que pasaban viendo programas de forma pasiva. Estos efectos no se asociaron con el tiempo que pasaban jugando videojuegos, tras controlar otros factores.
Ver programas se asoció con un riesgo de más del doble de hiperactividad, un aumento del 91 por ciento en el riesgo de dificultades de atención y concentración, y un aumento del 71 por ciento en el riesgo de problemas emocionales, por ejemplo.
Estos efectos tienen varias explicaciones potenciales, apuntó Paavonen.
"El tiempo frente a las pantallas puede reemplazar otras actividades significativas, como la socialización con los pares y familiares, lo que puede resultar problemático porque los niños aprenden las habilidades sociales a través de la práctica en la vida diaria", planteó. "El tiempo frente a las pantallas, en particular en la noche, puede reemplazar el tiempo de sueño, y en otros estudios se ha relacionado con retrasos en la hora de irse a la cama y problemas para quedarse dormido, y por tanto con una falta de sueño, lo que a su vez se relaciona con una peor regulación emocional".
Los videojuegos quizá no produzcan los mismos efectos que ver programas porque son más interactivos, comentó la Dra. Jaeah Chung, una profesora asistente de pediatría de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York, que revisó los hallazgos.
"Algunos de los juegos se basan en la actividad física, como la Wii, y otros se basan más en la resolución de problemas o son más interactivos", dijo.
Chung sugiere que los padres evalúen todo el contenido que sus hijos consumen, y que lo vean junto con ellos para hacer que la experiencia sea más reflexiva y menos pasiva.
"Dependiendo de la edad, quizá no comprendan qué sucede en los medios, así que es bueno hacer preguntas, por ejemplo si les gusta lo que está sucediendo, o cómo creen que un personaje se siente", aconsejó.
Los padres también deben limitar el uso de los medios en casa, hacer que la hora de la comida esté libre de pantallas, y pedir a los niños que solo usen los dispositivos en las áreas comunes, como la sala, de forma que puedan monitorizar lo que ven, añadió Chung.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 17 de marzo de la revista BMJ Open.
Más información
La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) ofrece más información sobre el tiempo frente a las pantallas que se recomienda a las familias.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Juulia Paavonen, MD, deputy chief physician for child psychiatry, Helsinki University Central Hospital, Finland; Jaeah Chung, MD, assistant professor, pediatrics, Icahn School of Medicine at Mount Sinai, New York City; BMJ Open, March 17, 2021