LUNES, 30 de septiembre (HealthDay News) -- ¿Le preocupa cómo pagará la atención a largo plazo en la vejez? No es el único.
Una nueva encuesta de Harris Interactive/HealthDay publicada el lunes halla que más de dos tercios de los estadounidenses se sienten ansiosos e inseguros sobre cómo cubrirán los costos de los hogares de ancianos o de la atención domiciliaria en caso de que los necesiten.
La mayoría de personas también se equivocan sobre cómo la mayor parte de esos costos se cubren en el sistema actual. Casi la mitad (el 49 por ciento) pensaba erróneamente que la mayor parte de la factura la pagaban los individuos y alrededor de una tercera parte adivinó que era cubierta por Medicare. Apenas el 19 por ciento comprendía que el financiador más importante de la atención a largo plazo en realidad es Medicaid, la agencia del gobierno que cubre los servicios para las personas pobres.
Una cosa en que la mayoría está de acuerdo es en que, a medida que EE. UU. envejece, el problema sobre cómo pagar la atención a largo plazo de las personas mayores solo puede ir a peor. El 87 por ciento aseguró que la situación era "grave" o "algo grave".
Tienen razón en preocuparse, comentó Howard Gleckman, miembro del Instituto Urbano de Washington, D.C., que se enfoca en los problemas de la atención a largo plazo.
"Se trata de un problema inmenso y creciente", advirtió. En estos momentos, hay unos 12 millones de estadounidenses en alguna forma de atención a largo plazo, anotó, y se anticipa que esa cifra se duplique en los próximos 20 años.
Se calcula que la mayoría de los estadounidenses (más de dos terceras partes de los que tienen a partir de 65 años) necesitarán algún tipo de atención a largo plazo, como un hogar de ancianos, un asistente en el hogar o una "guardería" para adultos.
En la nueva encuesta, un porcentaje similar (el 68 por ciento) expresó preocupación sobre cómo lo pagarán.
El problema sobre cómo pagar los crecientes costos de la atención de los ancianos no es abordado por la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, lo que algunos llaman "Obamacare". Y Gleckman apuntó que los legisladores no han mostrado un acuerdo sobre qué hacer a partir de esto.
En cuanto al público general, investigaciones anteriores muestran que pocos de nosotros sabemos cómo se paga actualmente la atención a largo plazo, anotó Gleckman. Y la nueva encuesta lo confirma.
Por ejemplo, "muy pocas personas comprenden el rol de Medicaid en la atención a largo plazo", señaló Gleckman. El problema para las familias es que la cobertura de Medicaid solo se activa una vez las personas han gastado sus propios bienes para calificar para la ayuda.
La otra opción es que las personas planifiquen por adelantado y compren un costoso seguro privado que cubra específicamente la atención a largo plazo. La encuesta halló que el 64 por ciento de los estadounidenses creen que "la mayoría de las personas" deben comprar seguro para la atención a largo plazo.
Pero pensar que algo suena bien y hacerlo uno mismo son dos cosas distintas, apuntó Gleckman. Según las estadísticas actuales, menos del 8 por ciento de los adultos de EE. UU. han comprado seguro para la atención a largo plazo, anotó.
En la nueva encuesta, el 79 por ciento dijo respaldar la idea de las exenciones tributarias que ayuden a las personas a comprar seguro para la atención a largo plazo. Un número similar de encuestados republicanos y demócratas se mostraron a favor de esa medida. La gran pregunta es si alguna ventaja tributaria en realidad animaría a más estadounidenses a invertir en seguro privado, planteó Gleckman.
La edad del votante promedio aumenta de forma constante, y Humphrey Taylor, presidente de Harris Poll, añadió que "la forma en que pagaremos por la atención a largo plazo en un futuro probablemente se convierta en un importantísimo tema político". "El costo ya supera con creces los 200 mil millones de dólares, y es casi seguro que crezca rápidamente a medida que más personas de la generación de la postguerra envejezcan".
Apenas la semana pasada, la Comisión de Atención a Largo Plazo federal (un panel de expertos establecido por el Congreso) publicó recomendaciones sobre cómo mejorar la administración de la atención a largo plazo.
Gleckman señaló que "en lo que no pudieron alcanzar ningún consenso fue sobre cómo financiarla".
Pero en la nueva encuesta, anotó, el público se mostró sorprendentemente de acuerdo sobre algunas opciones financieras. Más de dos terceras partes favorecieron un "nuevo programa gubernamental" para ayudar. Incluso entre los republicanos, a la mitad les gustó la idea, algo particularmente sorprendente, dijo Gleckman.
Otra experta en la atención a largo plazo afirmó que la encuesta muestra que los estadounidenses están concienciándose sobre el tema.
"Ahora, la mayoría de estadounidenses vivirán algunos años sin poder cuidarse a sí mismos debido a las enfermedades asociadas con una edad avanzada", apuntó la Dra. Joanne Lynn, directora del Centro de Atención de Personas Mayores y Enfermedades Avanzadas en el Instituto Altarum, una institución sin fines de lucro.
"Esa será la parte más cara de la vida de la mayoría", apuntó Lynn, "y sin embargo, el seguro no la cobre, al menos no hasta que la persona haya llegado a la pobreza por tantos gastos, cuando Medicaid se activa".
Añadió que "muy pocos" estadounidenses pueden ahorrar suficiente dinero para pagar la atención a largo plazo en sus últimos años. "Es bueno que la mayoría de los estadounidenses comiencen a reconocer la necesidad de algún respaldo público", comentó.
Según Gleckman, la solución de financiación no tiene que ser estrictamente "privada" ni "pública", sino que podría conllevar algún tipo de mezcla.
Dijo que una posibilidad es un programa en que las aseguradoras privadas vendan cobertura a largo plazo "bajo los auspicios" del programa de Medicare, algo similar al programa "Medigap" actual, en que los adultos mayores pueden obtener un seguro privado complementario para los servicios que Medicare no cubre.
Todos se mostraron de acuerdo en que el problema de la atención a largo plazo solo se complicará más en los próximos años. No solo habrá más estadounidenses mayores necesitados, sino que habrá menos cuidadores en la familia.
"Unas tasas de natalidad más bajas significan que habrá cada vez menos hijos adultos disponibles para proveer atención", planteó Gleckman.
Las personas de la generación de la postguerra que están atendiendo a un padre mayor, o lo han hecho anteriormente, ya conocen los límites del sistema actual, según Lynn.
"Su frustración debería fomentar algunas reformas reales", comentó.
La encuesta de Harris Interactive/HealthDay se basa en entrevistas con 2,013 adultos que fueron encuestados en línea entre el 10 y el 12 de septiembre.
Más información
Para más información sobre los problemas de la atención a largo plazo, visite el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.
Para más detalles sobre la encuesta, visite Harris Interactive.
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