MARTES 20 de diciembre (HealthDay News/HispaniCare) -- Alrededor de uno de cada tres adolescentes estadounidenses está tan fuera de forma que incluso las actividades físicas rutinarias, como subir escaleras, les deja sin aliento, según halla estudio.
Aunque estos niños podrían no estar en riesgo intermedio de enfermedad cardiaca, el estudio halló que los niños con menores niveles de forma física ya mostraron un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular en el futuro porque sus niveles de colesterol, presión sanguínea y de obesidad eran mayores que en otros niños adolescentes más activos.
El estudio halló que cerca del 15 por ciento de los adultos aparentemente sanos también tuvo menores niveles de forma física.
"Lo que esto realmente refleja es que los individuos son cada vez menos activos físicamente y que esta baja forma física es una consecuencia del declive en la actividad", dijo la autora del estudio, Mercedes Carnethon, profesora asistente de medicina preventiva de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern en Chicago.
Sobre el por qué el número de jóvenes con baja forma física era bastante superior al de los adultos estudiados, Carnethon explica que el hallazgo no fue algo inesperado debido a que sólo los adultos incluidos en el estudio fueron los únicos que no tuvieron factores de riesgo previos para la enfermedad cardiaca. Así que, cualquier adulto con presión sanguínea elevada o colesterol alto no habría sido incluido en la investigación. Agregó que el grupo de adultos del estudio fue considerado de "bajo riesgo" para la enfermedad cardiovascular y que posiblemente estaba más en forma que la población adulta estadounidense total. También destacó que los hallazgos en adolescentes probablemente "representaban mejor" los niveles actuales de baja forma física en los Estados Unidos.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición del 21 de diciembre del Journal of the American Medical Association.
Los niveles decrecientes de estado físico en los Estados Unidos tienen implicaciones importantes para el futuro de la salud estadounidense.
"La preocupación es que a medida que estas personas se vuelven adultas, supondrán una mayor carga para sí mismos y para el sistema de cuidado de salud", dijo el Dr. Michael Gewitz, presidente de cardiología pediátrica en el Hospital Universitario del Centro Médico Westchester en Valhalla, N.Y. "Debido a la baja forma física, demasiada grasa y calorías en la dieta, los declives que hemos observado en la morbilidad y mortalidad por enfermedad cardiaca podrían empezar a ser revertidos por esta generación".
De acuerdo con el estudio, más de uno de cada 10 ataques cardiacos es causado por la inactividad física.
Para evaluar los niveles de forma física en los Estados Unidos, Carnethon y sus colegas usaron datos de la National Health and Nutrition Examination Survey (Encuesta nacional sobre salud y nutrición) recopilados entre 1999 y 2002. Este estudio incluyó a personas entre las edades de 12 y 49 años de diversos antecedentes socioeconómicos, étnicos y raciales.
Más de 2,200 adultos entre los 20 y 29 años y 3,110 adolescentes entre 12 y 19 años se sometieron a pruebas con caminadoras para medir sus niveles de forma física cardiorrespiratoria.
En general, cerca de uno de cada cinco voluntarios del estudio tuvo baja forma física cardiorrespiratoria. De acuerdo con Carnethon, tener una baja forma física significa que el ritmo cardiaco se incrementa en más de lo esperado o que la persona sufre falta de aliento por realizar actividades físicas normales.
Menos del 14 por ciento de los adultos tenía baja forma física, mientras que el 33.6 por ciento de los adolescentes la tenía.
Más mujeres que hombres tenían menores niveles de forma física y los negros no hispanos y los estadounidenses de origen mexicano eran más propensos a tener una baja forma física que los blancos no hispanos, de acuerdo con el estudio.
Tener una baja forma física estaba también relacionado de forma constante con tener sobrepeso o ser obeso, de acuerdo con Carnethon.
"Informes anteriores habían medido la actividad física, pero la forma física cardiorrespiratoria es un rasgo y un reflejo de la inactividad física, así que ésta es más bien una medida objetiva de la forma física de los estadounidenses", señaló Carnethon.
Carnethon apuntó que es crucial que los jóvenes estadounidenses sean educados sobre las consecuencias de la inactividad física y que empiecen a incorporar la actividad física en su vida diaria.
"Estacione un poco más lejos. Baje del metro una parada antes de lo usual. Use las escaleras", sugirió. También destacó que la perspectiva de salud pública y del ambiente deben estar más en consonancia con los ejercicios. Los pueblos y ciudades necesitan tener lugares seguros para caminar y hacer ejercicio.
"Los padres necesitan prestar atención a este problema. Llevar dietas saludables y mantener estilos de vida activos son tan importantes como tratar cualquier otro problema médico que se pueda encontrar. Esto establece la base de la salud futura de sus hijos", dijo Gewitz, quien recomienda un mínimo de tres a cuatro sesiones de ejercicio sostenido a la semana para los adolescentes.
Más información
Visite los U.S. Centers for Disease Control and Prevention para leer sus recomendaciones sobre la actividad física.
