MARTES, 31 de marzo de 2015 (HealthDay News) -- En las salas de urgencia de los Estados Unidos, menos personas están siendo tratadas por ataques cerebrales provocados por coágulos sanguíneos en el cerebro, algo que los expertos interpretan como una señal de que los métodos actuales de prevención de ataques cerebrales están funcionando.
El ritmo de visitas al departamento de urgencias a causa de ataques cerebrales o mini-ataques cerebrales (ataques isquémicos transitorios) una obstrucción temporal del flujo de sangre al cerebro -- se redujo de manera drástica entre 2001 y 2011, de acuerdo a un nuevo informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (Centers for Disease Control and Prevention, CDC).
Las visitas a la sala de urgencias de este tipo se redujeron en un 35 por ciento entre adultos de 18 años en adelante y en un 51 por ciento para las personas de entre 55 y 74 años, según el informe del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (National Center for Health Statistics, NCHS) del CDC.
Las estadísticas reflejan una "reducción dramática en muertes por ataques cerebrales en el país, lo que a nuestro parecer probablemente se debe a un mejor control de los factores de riesgo", dijo el Dr. Larry Goldstein, jefe de la división de neurología vascular y de accidentes cerebrovasculares y director del Centro de Accidentes Cerebrovasculares de Duke en el Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.
Las personas están previniendo los ataques cerebrales tomando estatinas para reducir el colesterol y medicamentos para controlar la hipertensión, de acuerdo a Goldstein. Además, menos personas están fumando, un hábito que es uno de los principales factores de riesgo para los ataques cerebrales, y las leyes de la calidad del aire en lugares cerrados están limitando la exposición de los no fumadores al humo de segunda mano.
El informe de la CDC, publicado en el Resumen de Datos de la NCHS de marzo contenía también evidencia de que los médicos están ofreciendo atención más integral para víctimas de ataques cerebrales, de acuerdo a los expertos.
Por ejemplo, los médicos usaron con mayor frecuencia resonancias magnéticas y tomografías computarizadas para evaluar a pacientes que visitaron la sala de urgencias con señales de un ataque cerebral provocado por coágulos sanguíneos, según halló el informe del CDC.
El porcentaje de visitas a la sala de urgencias relacionadas a ataques cerebrales que involucraron resonancias magnéticas o tomografías aumentó en un 39 por ciento entre 2001 y 2011, según los investigadores.
Estas pruebas son de gran importancia antes de suministrar a los pacientes potentes medicinas para disolver los coágulos que pueden tratar rápidamente un ataque cerebral y prevenir un mayor daño cerebral, según dijo el autor del informe Anjali Talwalkar, directora médica que forma parte del NCHS.
"Si se trata de un ataque cerebral que consiste de sangrado en el cerebro, es preferible no suministrar ciertos tipos de medicamentos", como los fármacos que disuelven los coágulos, puesto que podrían provocar que aumente el sangrado, dijo Talwalkar. "Estos exámenes definitivamente son una parte crucial de la atención para un ataque cerebral".
Los expertos también se sintieron alentados por el hecho de que más pacientes están siendo hospitalizados o transferidos a otro centro médico luego de presentarse en la sala de urgencias debido a un ataque cerebral. El número de hospitalizaciones o transferencias aumentó en un 10 por ciento entre 2001 y 2011, de acuerdo al informe.
"Esto refleja la creciente importancia de los tratamientos más agresivos para los ataques cerebrales", dijo el Dr. Richard Libman, vicepresidente de neurología del North Shore-LIJ Health System en Manhasset, N.Y.
Estos tratamientos agresivos pueden incluir algo que se conoce como "drip and ship" ("fluidos y transferencia"), en el que se suministran medicamentos para disolver coágulos al paciente en hospitales locales y luego se le transfiere a un centro especializado en ataques cerebrales que pueda ofrecer atención más integral, dijo Libman.
Estos centros especializados en ataques cerebrales también han estado explorando maneras de deshacer coágulos al serpentear con un catéter hasta alcanzar la cabeza de la persona y retirar el coágulo manualmente, añadió el Dr. Libman.
Sin embargo, no todas las noticias en el informe de la CDC fueron positivas.
Los investigadores también hallaron que menos gente está llegando a la sala de urgencias en ambulancia luego de sufrir síntomas de un ataque cerebral.
El porcentaje de pacientes menores de 75 años con ataques cerebrales transportados en ambulancia disminuyó en un 41 por ciento entre 2004 y 2011, según halló el informe.
Esta disminución sucedió a pesar de las campañas de salud pública que tienen como propósito que la gente que pueda estar sufriendo de un ataque cerebral llame al 911 de inmediato, explicó Libman.
"Los datos y los estudios han mostrado que si tiene un ataque cerebral y llega al hospital rápidamente en ambulancia, tiene una mayor probabilidad de recibir tratamiento con medicamentos para disolver coágulos que si llega mediante cualquier otro medio de transporte", dijo.
Los medicamentos que disuelven coágulos solo son efectivos cuando se suministran poco después del inicio del ataque cerebral, y los médicos pueden decidir no utilizarlos si han pasado horas, de acuerdo a Libman.
"Cuando presente síntomas que indiquen un ataque cerebral, llame al 911. Diríjase al departamento de urgencias más cercano lo antes posible", dijo.
Más información
Para más información sobre terapia con medicamentos para disolver coágulos, visite la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos( U.S. National Library of Medicine).
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