MIÉRCOLES, 12 de abril de 2017 (HealthDay News) -- ¿Los contenidos de ese pastel podrían afectar a su riesgo de ataque cardiaco?
Parece que sí, según un nuevo estudio que encontró unas tasas más bajas de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular (ACV) en las comunidades que restringen las grasas trans en los alimentos.
Las grasas trans, que se encuentran en productos como los artículos horneados, las papas fritas, las galletas y los alimentos fritos, se han vinculado con un aumento en el riesgo de enfermedad cardiaca. En respuesta, algunas ciudades de EE. UU. han implementado políticas para reducir las grasas trans en las comidas de restaurantes.
"Nuestro estudio resalta el poder de las políticas públicas para tener un impacto en la salud cardiovascular de una población. Las grasas trans son nocivas para la salud cardiovascular, y minimizarlas o eliminarlas de la dieta puede reducir de forma sustancial las tasas de ataque cardiaco y de ACV", señaló el autor del estudio, el Dr. Eric Brandt, becario clínico en medicina cardiovascular en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.
Los investigadores compararon datos de 2002 a 2013 de los condados de Nueva York con y sin restricciones sobre las grasas trans.
El estudio encontró un declive del 6 por ciento en las hospitalizaciones por ataque cardiaco y ACV en las áreas con restricciones en las grasas trans, en comparación con las que no tenían dichas restricciones, en un plazo de tres años tras implementar las políticas que prohibían las grasas trans.
"Es un declive bastante sustancial", afirmó Brandt.
Aunque el estudio encontró una asociación entre las restricciones de las grasas trans y un riesgo más bajo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular, es importante anotar que no se diseñó para probar de forma definitiva que hubiera un vínculo causal.
En 2018, una prohibición de los aceites parcialmente hidrogenados en los alimentos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. casi eliminará las gasas trans en la dieta en todo el país.
Los hallazgos del estudio sugieren que la medida de la FDA para restringir las grasas trans en todos los alimentos tendrá beneficios generalizados, según Brandt.
"Aunque algunas compañías han reducido la cantidad de grasas trans en la comida, las directrices actuales de etiquetado de la FDA permiten que hasta 0.49 gramos de grasa trans por porción se etiqueten como 0 gramos, dejando a los consumidores con la necesidad de revisar las etiquetas para ver si hay grasas trans ocultas, que usualmente se mencionan como aceites parcialmente hidrogenados", explicó Brandt en un comunicado de prensa de la Yale.
"Con la regulación entrante de la FDA, la gente no tendrá que tener tanto cuidado. Una prohibición nacional de las grasas trans es una victoria para los millones de personas en riesgo de enfermedad cardiovascular", afirmó.
El estudio aparece en la edición del 12 de abril de la revista JAMA Cardiology.
Más información
La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) le aconseja que conozca las distintas grasas.
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