LUNES, 14 de julio (HealthDay News/Dr. Tango) -- Un diagnóstico de enfermedad cardiaca oscurece la perspectiva de una persona sobre la vida, encuentra un estudio reciente del gobierno.
Los adultos que padecían problemas cardiovasculares puntuaron hasta nueve puntos menos en cuatro escalas que medían la calidad de vida, según un informe que aparece en la edición del 15 de julio de la revista Circulation, llevado a cabo por investigadores de los U.S. Centers for Disease Control and Prevention.
No es un hallazgo sorprendente, pero se trata de un estudio necesario, apuntó la Dra. Jipan Xie, quien dirigió la investigación mientras era científica de salud de la División de prevención de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular de los CDC. Xie ya no trabaja en la agencia.
"Era algo que esperábamos", aseguró Xie. "La enfermedad cardiaca crónica afecta la calidad de vida, pero queríamos cuantificarlo, para tener un estándar para una evaluación nacional".
Es importante saber cómo la gente que tiene enfermedad cardiaca ve la vida, porque una mayor proporción de ellos está viviendo más, señaló Xie. "Con cada vez más gente que vive con enfermedad cardiaca coronaria, necesitamos evaluar más el aspecto de calidad de vida de estos pacientes y ayudarlos a adaptarse".
Xie enfatizó que es algo a lo que los médicos deben prestar atención. "Cuando los médicos ven a pacientes y dicen 'enfermedad cardiaca coronaria', por lo general no prestan suficiente atención a su calidad de vida, sobre todo el aspecto social".
El estudio de los CDC contenía datos sobre 2,091 personas con antecedentes de enfermedad cardiaca coronaria en una muestra nacional de 37,386 estadounidenses. En promedio, las que tenían enfermedad cardiaca puntuaron 2.4 por ciento menos en las puntuaciones de salud mental, 9 por ciento menos en las autoevaluaciones de salud, 9.2 por ciento menos en las puntuaciones de salud física, y 4.6 por ciento menos en puntuaciones sobre la utilidad de salud, que mide la movilidad, el autocuidado, la actividad física, el dolor y la ansiedad.
El estudio encontró que la gente que tenía enfermedad cardiaca coronaria más propensa a reportar una peor calidad de vida eran los que tenían entre 18 y 49 años de edad, las mujeres, los negros y los hispanos.
"En mi opinión, los pacientes más jóvenes en la fuerza laboral podrían tener expectativas más altas, y la enfermedad cardiaca afecta su rendimiento físico", apuntó Xie. "Tal vez no puedan hacer el trabajo. Tienen más presión que la gente de más edad".
Y las mujeres que tienen enfermedad cardiaca "esperan ser más sana, así que piensan que su calidad de vida está más devaluada", dijo.
Pero el Dr. Winston H. Gandy Jr., vocero de la American Heart Association, dijo que las mujeres y las minorías se sienten peor sobre la enfermedad cardiaca porque su tratamiento no es siempre tan bueno como podría ser.
"Existen disparidades en la atención", afirmó Gandy, quien es director del Centro de excelencia eco/vascular del Instituto de la salud Piedmont en Atlanta. "Las mujeres y los afroestadounidenses en particular se presentan al tratamiento mucho más tarde en el curso de la enfermedad".
Gandy encontró que el estudio tenía un lado positivo. Los resultados hubieran sido mucho peores hace 20 o 30 años, antes de las técnicas de apertura de arterias como la cirugía de derivación y la angioplastia fueran algo común, aseguró.
"A principios de los 80, no había muchas terapias para esos problemas", señaló Gandy. "Si uno tenía un evento coronario, se podía estar en el hospital por una semana y sin trabajar por un mes. Hoy en día y de repente, la gente sufre un ataque cardiaco o un bloqueo, se someten a angioplastia hoy y están en casa mañana".
Si se pregunta a la gente cómo se siente la respuesta podría no ser muy alegre, señaló Gandy. "Pero me anima mucho que toda esta gente vive más para disfrutar de sus hijos y nietos", dijo.
Más información
El U.S. Heart, Lung, and Blood Institute describe la enfermedad cardiaca coronaria y su tratamiento.