MIÉRCOLES, 13 de febrero de 2019 (HealthDay News) -- En sí mismo, el trastorno por estrés postraumático (TEPT) no aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca de los veteranos de EE. UU., encuentra un estudio reciente.
"En vez de eso, una combinación de trastornos físicos, trastornos psiquiátricos y fumar (comunes en los pacientes con TEPT, frente a los que no tienen TEPT) parece explicar la asociación entre el TEPT y el desarrollo de la enfermedad cardiovascular", comentó el autor del estudio, Jeffrey Scherrer, director de investigación en el departamento de medicina familiar y comunitaria de la Facultad de Medicina de la Universidad de Saint Louis, en Missouri.
En el estudio, Scherrer y sus colaboradores analizaron los expedientes de salud de más de 2,500 veteranos con TEPT y de más de 1,600 sin TEPT. Los veteranos tenían entre 30 y 70 años de edad, y no habían sido diagnosticados con una enfermedad cardiaca en los 12 meses anteriores. Los participantes del estudio recibieron un seguimiento de al menos tres años.
En ese periodo, los veteranos con TEPT tenían unas probabilidades un 41 por ciento más altas de desarrollar una enfermedad circulatoria y cardiaca que los que no tenían TEPT.
Los que tenían TEPT presentaban unas tasas significativamente más altas de tabaquismo, depresión, trastornos de ansiedad, trastornos del sueño, diabetes tipo 2, obesidad, hipertensión y colesterol alto que los que no tenían TEPT, encontraron los investigadores.
Pero ninguna afección en particular explicó la asociación entre el TEPT y la enfermedad cardiaca, según el estudio, que aparece en la edición en línea del 13 de febrero de la revista Journal of the American Heart Association.
Los hallazgos quizá no apliquen a pacientes mayores de 70 años ni a los civiles, señalaron los autores del estudio. Además, los investigadores no evaluaron el riesgo de enfermedad cardiaca de por vida, de forma que el vínculo con el TEPT a lo largo de varias décadas podría variar.
"En los veteranos, y probablemente en los que no son veteranos, los esfuerzos de prevención de la enfermedad cardiaca se deben enfocar en ayudar a los pacientes a reducir el peso, controlar la hipertensión, el colesterol, la diabetes tipo 2, la depresión, los trastornos de ansiedad, los problemas del sueño, el abuso de sustancias y el tabaquismo", planteó Scherrer en un comunicado de prensa de la revista.
Aunque la lista es larga, dijo que es importante que los pacientes con muchas de las afecciones las gestionen todas.
"Reconocer que el TEPT no hace que la enfermedad cardiovascular sea inevitable podría empoderar a los pacientes para que busquen atención y/o gestionen los factores de riesgo [de la enfermedad cardiaca]", añadió Scherrer.
Más información
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE. UU. ofrece una guía para un corazón sano.
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