MIÉRCOLES, 26 de julio de 2023 (HealthDay News) -- Una nueva investigación indica que muchas mujeres y hombres de las minorías que necesitan estatinas para proteger su corazón no las reciben, otro ejemplo de las desigualdades en la atención de la salud en EE. UU.
"La recomendación de usar estatinas para prevenir la enfermedad cardiovascular aterosclerótica ha sido respaldada por las directrices de las sociedades clínicas importantes durante décadas", aseguró el autor del estudio, el Dr. Ravy Vajravelu, profesor asistente de medicina de la División de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh.
Pero Vajravelu y sus asociados encontraron que los hombres negros y las mujeres hispanas con un colesterol alto tienen alrededor de un 25 por ciento menos de probabilidades que los hombres blancos de recibir y tomar medicamentos como Lipitor (atorvastatina) y Zocor (simvastatina) cuando las necesitan para la prevención de la enfermedad cardiaca.
Estas disparidades implican al uso de estatinas entre pacientes en riesgo de enfermedad cardiaca en el futuro. Vajravelu y sus colegas encontraron unas brechas raciales de un tamaño similar entre los pacientes que necesitan estatinas para controlar una enfermedad cardiaca existente.
Entre las personas que ya sufren de una enfermedad cardiaca, el estudio encontró que los hombres negros, los hombres de raza mixta, las mujeres mexicanas, las mujeres hispanas, las mujeres blancas y las mujeres negras usaban estatinas con menos frecuencia que los hombres blancos.
En comparación con sus pares blancos de sexo masculino, los hombres negros con una enfermedad cardiaca existente tenían un 19 por ciento menos de probabilidades de estar tomando estatinas, mientras que las mujeres estadounidenses de origen mexicano tenían un 64 por ciento menos de probabilidades de estar usando los fármacos. Entre las mujeres blancas, las probabilidades eran un 31 por ciento más bajas, según el estudio.
Las pastillas de estatinas previenen las arterias obstruidas (la aterosclerosis) en las personas con unos niveles altos de colesterol. Si no se controla, la acumulación de grasa en las arterias puede aumentar el riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular.
En el estudio, los investigadore revisaron datos sobre el colesterol, la salud cardiaca y el uso de estatinas, recolectados entre 2015 y 2020 (antes de la pandemia) por la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición (NHANES) de EE. UU.
La información de la NHANES se comparó entonces con las directrices sobre el colesterol establecidas por el Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology) y la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) en 2013 y 2018.
El resultado fue que, incluso tras tomar en cuenta los ingresos, el estatus de seguro de salud y el acceso a la atención médica de rutina, el equipo del estudio concluyó que aunque el grado de las brechas varía, los hombres y las mujeres negras e hispanas tienen en conjunto significativamente menos probabilidades de recibir las estatinas que necesitan que los hombres blancos.
¿Entonces, qué sucede?
Vajravelu advirtió que "en este tipo de investigación, no es posible determinar de forma definitiva la causa de las disparidades sin explicación".
Quizá a algunos pacientes les recetaron los medicamentos, pero no los tomaron, o tal vez se deba a una falta de confianza en la atención médica ofrecida, planteó.
Pero el análisis de Vajravelu y su equipo "indica que el sesgo, los estereotipos y la desconfianza podrían contribuir a la disparidad", independientemente de que estas tendencias sean conscientes o no de parte de los cuidadores médicos.
"Por ejemplo, a muchos proveedores", comentó Vajravelu, "incluyéndome a mí, nos entrenaron para reconocer las señales y los factores de riesgo prototípicos de las afecciones médicas basándose en una muestra de hombres blancos no hispanos. Como proveedores, debemos volver a entrenarnos para darnos cuenta de que otros grupos también pueden tener unos niveles altos de riesgo, para poder proveer un tratamiento objetivo sin la influencia de la 'intuición'".
El resultado es que la forma desigual en que los pacientes acceden a las estatinas reflejan el hecho de que "hay disparidades en la administración de la atención de la salud en Estados Unidos", anotó Vajravelu.
"Muchos individuos elegibles que podrían beneficiarse de la terapia con estatinas no reciben tratamiento en la actualidad", concurrió el Dr. Gregg Fonarow, director del Centro de Cardiomiopatía Ahmanson-UCLA en Los Ángeles, y uno de los jefes de la División de Cardiología de la UCLA.
Esto es importante, porque "un mejor uso de la terapia con estatinas podría prevenir cientos de miles de eventos cardiovasculares letales y no letales cada año en EE. UU.", aseguró Fonarow, que no formó parte del equipo del estudio.
"Desde el punto de vista de la salud pública y la igualdad en la salud, estas brechas y disparidades en el uso de la terapia con estatinas son alarmantes", añadió. "Se deben priorizar unos mayores esfuerzos para implementar la terapia con estatinas para alcanzar un uso equitativo y óptimo".
Los hallazgos se publicaron en la edición del 25 de julio de la revista Annals of Internal Medicine.
Más información
El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. ofrece más información sobre las recomendaciones sobre el uso de las estatinas.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Ravy K. Vajravelu, MD, MSCE, assistant professor, medicine, Division of Gastroenterology, Hepatology and Nutrition, University of Pittsburgh School of Medicine; Gregg C. Fonarow, MD, director, Ahmanson-UCLA Cardiomyopathy Center, and co-director, UCLA Preventative Cardiology Program, and co-chief, UCLA Division of Cardiology, Los Angeles; Annals of Internal Medicine, July 25, 2023