VIERNES, 27 de diciembre de 2013 (HealthDay News) -- Llega el final del 2013, y la principal noticia de salud del año (el torpe inicio de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, con frecuencia llamada Obamacare) continúa acaparando los titulares.
La administración de Obama tenía muchas esperanzas puestas en su paquete de reforma de salud, pero los problemas técnicos en el portal HealthCare.gov del gobierno han representado un gran obstáculo. De los millones de personas sin seguro que debían beneficiarse de un mayor acceso a la cobertura del seguro médico, apenas seis pudieron inscribirse en esos beneficios el día del inicio del sitio web, el 1 de octubre, según un memorándum del gobierno obtenido por Associated Press.
Esa cifra no subió mucho más hasta avanzado noviembre, cuando el personal técnico se puso a trabajar en el problemático sitio web, con frecuencia desactivándolo durante horas para las reparaciones. Los republicanos que se oponían a la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio aprovecharon la debacle, y un mes después del inicio, Kathleen Sebelius, secretaria de Salud y Servicios Humanos, declaró a los estadounidenses "ustedes se merecen algo mejor, lo siento".
El Presidente Barack Obama también se disculpó, diciendo en noviembre que "lamentaba" escuchar que algunos estadounidenses estaban siendo expulsados de sus planes de salud debido a la llegada de las reformas, a pesar de que había prometido repetidamente que eso no sucedería.
Pero para finales de año la situación comenzó a tener un aspecto más positivo para los que respaldan la reforma de la atención sanitaria. Para el 11 de diciembre, Salud y Servicios Humanos anunció que casi 365,000 consumidores habían elegido con éxito un plan médico a través de los "mercados" en línea federales y estatales, aunque esa cifra seguía muy por debajo de las proyecciones iniciales.
Y un informe publicado el mismo día halló que un nuevo principio del paquete de reforma que permite a los adultos jóvenes menores de 26 años ser cubiertos por los planes de sus padres ha conducido a un aumento significativo en la cobertura de ese grupo de edad.
Otra historia que dominó los titulares de salud de la primera mitad del año fue el anuncio de la estrella del cine Angelina Jolie en mayo de que portaba una mutación en el gen del cáncer de mama BRCA y que había decidido hacerse una mastectomía doble para reducir su riesgo de cáncer. En un artículo editorial que apareció en The New York Times, Jolie señaló que la muerte temprana de su madre por un cáncer de ovario vinculado con el BRCA había desempeñado un importante rol en su decisión.
El artículo provocó de inmediato una discusión sobre las mutaciones del BRCA y si las mujeres deben o no hacerse la prueba para esas anomalías, y si un resultado positivo ameritaba o no una mastectomía preventiva. Una encuesta de Harris Interactive/HealthDay llevada a cabo en agosto halló que, tras el anuncio de Jolie, el 5 por ciento de las encuestadas (lo que equivale a unas 6 millones de mujeres de EE. UU.) dijeron que buscarían ahora consejo médico sobre el tema.
Los estadounidenses también afrontaron el impacto psicológico de dos actos de terrible violencia: la masacre escolar de diciembre de 2012 en Newtown, Connecticut, que le costó la vida a 20 niños y a 6 adultos, y las bombas en el maratón de Boston de abril de este año. Ambas tragedias dejaron profundas heridas en los corazones y en las mentes de las personas presentes, además de decenas de millones de estadounidenses que observaron la matanza en los medios de comunicación.
De hecho, un estudio publicado en diciembre sugirió que las personas que habían pasado horas cada día siguiendo la cobertura de las bombas de Boston tenían unos niveles de estrés que con frecuencia eran superiores a los de algunas personas que realmente habían estado allí.
Unos cambios importantes en la forma en que se aconseja a los médicos cuidar a los corazones de los pacientes también provocaron controversia en 2013. En noviembre, un panel de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) y del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology) emitió directrices que podrían expandir mucho el número de estadounidenses que toman estatinas para reducir el colesterol.
Un mes más tarde, un panel independiente de expertos emitió sus propias recomendaciones sobre el control de la hipertensión, unas directrices que podrían reducir el número de personas que toman antihipertensivos. Ambas recomendaciones provocaron controversias respecto a su validez, y es probable que el debate sobre estos temas continúe, plantean los expertos.
Los anticonceptivos son otro tema médico que no ha sido ajeno a la controversia. En junio, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. provocó tanto aplausos como indignación cuando pasó la pastilla "del día después" llamada Plan B de ser un medicamento recetado a ser un medicamento de venta libre, sin restricciones de edad. La medida llegó después de unas largas batallas legales, lideradas por la administración de Obama, para prevenir ese tipo de acceso.
Otras historias que llegaron a los titulares en 2013 incluyeron:
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