VIERNES, 18 de agosto de 2023 (HealthDay News) -- Más de 1 de cada 10 pacientes que acaban en la UCI con una emergencia cardiaca potencialmente letal arrojan resultados positivos de uso de una droga recreativa, informa un nuevo estudio francés.
Alrededor de un 11 por ciento de casi 1,500 pacientes admitidos a una unidad de cuidados intensivos (UCI) cardiaca francesa por una crisis cardiaca tuvieron un resultado positivo de cannabis, opioides, cocaína, metanfetamina u otras drogas ilícitas, señalaron los investigadores en la revista Heart.
Las drogas fueron incluso más comunes en los pacientes cardiacos más jóvenes, entre los cuales 1 de cada 3 pacientes menores de 40 años dio positivo, mostraron los resultados.
El estudio no puede determinar si el uso de drogas provocó los problemas cardiacos de estos pacientes, aunque se sabe que las drogas tienen efectos negativos para la salud del corazón.
Pero el uso de drogas se vinculó con unos resultados significativamente peores para los pacientes cardiacos en condición crítica, encontraron los investigadores.
Los usuarios de drogas tenían nueve veces más probabilidades de morir o requerir una intervención de emergencia mientras estaban en el hospital, en comparación con otros pacientes cardiacos, según los resultados.
Esta cifra aumentó a 12 veces más probabilidades si el paciente usaba más de una droga, advirtieron los investigadores.
"El uso general de sustancias funcionó como factor de predicción de unos peores resultados", señaló el Dr. Carlos Alviar, un cardiólogo de Langone Health de la NYU, en la ciudad de Nueva York, que no participó en el estudio.
"Resultó que las personas que presentaron una prueba de drogas positiva tuvieron unas trayectorias más complicadas. Tendían a sufrir más paros cardiacos", comentó, haciendo referencia a la pérdida repentina de la función del corazón.
Además "tendían a tener una mortalidad más alta", añadió Alviar, miembro del Consejo de Atención Crítica en Cardiología del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology).
En el estudio, un equipo de investigación francés, dirigido por el Dr. Theo Pezel, de Assistance Publique–Hopitaux de Paris, monitorizó a los pacientes admitidos a una de 39 unidades de cuidados intensivos cardiacos en abril de 2021. Los pacientes proveyeron una prueba de orina del uso de drogas.
La sustancia que se detectó con la mayor frecuencia fue el cannabis (el 9 por ciento), seguido de los opioides (el 2 por ciento), la cocaína (el 2 por ciento), las anfetaminas (el 1 por ciento) y el éxtasis (el 0.6 por ciento), mostraron los resultados.
Casi un 51 por ciento de los pacientes habían sufrido un ataque cardiaco, un 13.5 por ciento tenían insuficiencia cardiaca, un 6.5 por ciento habían desarrollado un ritmo cardiaco anómalo, un 5.5 por ciento tenían problemas con la actividad eléctrica del corazón, y un 5 por ciento tenían una inflamación del músculo cardiaco.
Mientras estaban en el hospital, alrededor de un 13 por ciento de los pacientes con drogas en el sistema murieron o requirieron una intervención de emergencia debido a eventos como un paro cardiaco, en comparación con un 3 por ciento de los no usuarios, muestran los resultados.
Lo más preocupante es que apenas un 57 por ciento de los que tenían drogas en el sistema admitieron que las usaban mientras hablaban con el médico, anotó Robert Page, profesor de farmacia clínica de la Universidad de Colorado, y voluntario experto de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).
"Para mí, esto es un poco alarmante", afirmó Page, que no participó en el estudio. "Los pacientes deben darse cuenta de que los proveedores de verdad no están ahí para juzgarlos, sino para tratarlos".
Algunos medicamentos utilizados para tratar afecciones cardiacas peligrosas pueden interactuar con las drogas ilícitas, lo que aumenta el riesgo de muerte, apuntó Alviar.
"Por ejemplo, hay ciertos medicamentos que están contraindicados cuando alguien ha consumido cocaína", dijo Alviar. "Hay ciertos medicamentos que se deben evitar porque, en un paciente que no usa drogas, pueden ser muy beneficiosos, y en un paciente que usa drogas, pueden provocar daños e incluso casos graves que podrían potencialmente causar la muerte".
Este estudio observacional no pudo determinar una relación causal entre el uso de drogas y la salud cardiaca, pero investigaciones anteriores han mostrado que algunas drogas afectan al sistema circulatorio de formas potencialmente nocivas, advirtieron Alviar y Page.
Fumar marihuana potente puede provocar un rápido descenso en la presión arterial, mientras que la cocaína puede hacer que la presión arterial se dispare. La metanfetamina puede provocar un ritmo cardiaco rápido o irregular.
"Como puede imaginarse, muchas de estas drogas de verdad tienen unos efectos cardiovasculares muy malos", apuntó Page.
Por otro lado, el estudio también encontró que las personas que usan drogas recreativas son más propensas a ser fumadoras, anotó Alviar. Estos y otros factores de riesgo podrían explicar en parte la asociación entre el uso de drogas y los problemas del corazón.
"Hace décadas que sabemos que cuando las personas usan cocaína, es más probable que también sean fumadoras", observó Alviar. Y cuando se combina fumar cigarrillos con el uso de la cocaína, las posibilidades de desarrollar una enfermedad cardiaca de verdad mala aumentan, explicó. "Es una combinación realmente mala", señaló.
Un editorial que se publicó junto con el nuevo estudio afirma que la investigación "no proveyó suficientes evidencias para justificar las pruebas de detección de drogas recreativas" como parte de la atención de los pacientes cardiacos críticos.
Pero Page anotó que algunos pacientes quizá reciban este tipo de pruebas.
"Muchos pacientes son admitidos al hospital y quizá estén incoherentes", aclaró Page. "Y hay un entendimiento sobre un consentimiento implicado, para comprender exactamente qué ha utilizado un paciente con el objetivo de resolver la situación médica".
Más información
HealthDay ofrece más información sobre el ataque cardiaco.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Carlos Alviar, MD, cardiologist, NYU Langone Health, New York City; Robert Page, PharmD, MSPH, professor, clinical pharmacy, University of Colorado; Heart, Aug. 15, 2023