JUEVES 30 de marzo (HealthDay News/HispaniCare) -- Menos de la mitad de las personas del nuevo estudio que pensaron que los síntomas de una "mini-apoplejía" buscó atención médica rápidamente y apenas uno de cada diez acudió a la sala de emergencias.
"Estas cifras son causa de preocupación", aseguró el Dr. Matthew F. Giles, investigador líder y becario de investigación en neurología clínica de la Universidad de Oxford en Inglaterra.
Según Giles, estos accidentes isquémicos transitorios (AIT) pusieron a las personas en riesgo alto de un accidente cerebrovascular importante poco después.
En su informe de la edición del 31 de marzo de Stroke, Gales y sus colegas entrevistaron a 241 pacientes de AIT y les preguntaron sobre lo que pensaban que causaba sus síntomas. Entre los síntomas generalmente se encuentran entumecimiento o debilidad de una parte del cuerpo, confusión súbita, problemas visuales, mareos o dolor de cabeza intenso súbito.
Apenas 107 reconocieron la aparición de los síntomas como una emergencia. Sólo 27 buscaron tratamiento que no era de emergencia el mismo día, 43 esperaron hasta el día siguiente para buscar tratamiento y 64 los retrasaron por dos días o más.
Particularmente, fue poco probable que las personas con síntomas de AIT en viernes o sábado buscaran atención médica el mismo día.
"Este es un ejemplo de personas que no le prestan atención a estos síntomas", aseguró Giles. "Si alguien sufre un AIT durante el fin de semana, pensará comunicarse con su médico de cabecera el lunes. Sin embargo, cuando llega el lunes ya ha pasado todo y no lo hace".
La naturaleza de los síntomas tuvo una influencia contundente sobre la respuesta individual. Las personas que experimentaron problemas motores mayores, como debilidad en el rostro, brazo o pierna eran más propensas a reconocer que estos síntomas eran una emergencia. Lo mismo aplicó para aquéllos cuyos síntomas persistieron por más de una hora.
Un AIT es un bloqueo temporal de una arteria cerebral, algo particularmente común en los ancianos. La edad promedio de las personas del estudio era de 71. El tratamiento oportuno de un evento inmediato y una terapia de seguimiento, como reducir los niveles de colesterol y presión arterial, pueden reducir el riesgo a largo plazo de accidente cerebrovascular mayor, aseguró Giles.
Lo que resultó cierto en el estudio británico también aplica para los EE.UU., anotó la Dra. Claudette Brooks, profesora asistente de neurología de la Universidad de Virginia Occidental y vocera de la American Heart Association.
"Los más importante que se puede hacer es educar, no sólo para la población en general sino para las personas de alto riesgo, como las que tienen enfermedad de la arteria coronaria, colesterol alto y diabetes", aseguró Brooks.
Cualquiera que sienta los síntomas de AIT debe dirigirse directamente a la sala de emergencia, advirtió. "Si llama a su médico de cabecera, está perdiendo tiempo", aseguró. "Si llama a su médico de cuidado primario, se le indicará que vaya a una sala de emergencia de todos modos".
La acción inmediata es necesario, según Brooks, porque luego de una AIT "hay más riesgo, sobre todo durante los siguientes 90 días, pero también de tener un accidente cerebrovascular mayor en las próximas 48 horas hasta los siete días siguientes".
Más información
Las causas, síntomas y tratamiento del AIT se describen en la American Heart Association.