JUEVES, 2 de diciembre de 2021 (American Heart Association News) -- Para ocupar su mente durante las carreras de larga distancia, Philip Stark empezó a fijarse en la variedad de plantas de los campos que le rodeaban y en cómo cambiaban con las estaciones. A medida que las plantas florecían y prosperaban con el tiempo, empezó a preguntarse: "¿Puedo comer eso?".
Entonces, Stark, profesor de estadística de la Universidad de California en Berkeley, se retó a sí mismo a identificar una nueva planta comestible cada semana y a incluir algo forrajeado en su dieta cada día.
"Una vez que el cerebro vuelve a recuperar su función de cazador-recolector, con la cual todos hemos evolucionado, empezamos a ver las plantas por todas partes, y no sólo en lo que normalmente consideramos la 'naturaleza'", dijo Stark. "Cuando empecé a darme cuenta de que estas plantas crecían en los ecosistemas urbanos, la pregunta obvia fue: "¿Es seguro comerlas si crecen en el borde de una carretera o en la acera?".
El interés por la búsqueda de forraje ha ido en aumento, y algunos forrajeros han informado que ha surgido un gran interés por sus servicios desde que comenzó la pandemia de COVID-19. Incluso antes de los cierres, el forrajeo se estaba convirtiendo en una especie de tendencia para los amantes de la comida de lujo y los supervivencistas.
"La agroindustria moderna ha reducido enormemente la diversidad de los alimentos que se pueden comprar en los supermercados, o de parte de proveedores, o incluso de las variedades que crían los agricultores", dijo Stark, investigador principal de Berkeley Open Source Food, que promueve el consumo de alimentos silvestres y asilvestrados. "Entonces, para los chefs, tener un conjunto más amplio de ingredientes con diferentes sabores, diferentes texturas, diferentes sensaciones en el gusto, es realmente emocionante. La gama de oportunidades culinarias se expande muchísimo".
Stark y sus colegas trazan un mapa de la disponibilidad de los alimentos que se pueden forrajear, miden su contenido nutricional y los analizan en busca de contaminantes ambientales. "Escogimos intencionadamente zonas de estudio con alta probabilidad de problemas medioambientales; y, si la comida en lugares así es segura para comer, debería serlo en casi cualquier lugar".
Una dieta nutritiva basada en plantas puede reducir el riesgo de ataques del corazón y otros tipos de enfermedades cardiovasculares, según dos estudios publicados en agosto en el Journal of the American Heart Association. En uno de ellos se descubrió que seguir una dieta centrada en las plantas durante la juventud disminuía el riesgo de sufrir ataques cardíacos, ataques cerebrales, insuficiencias cardíacas y otras enfermedades cardiovasculares en la mediana edad. En el otro, se descubrió que el consumo de una dieta especial basada en plantas y enfocada a controlar el colesterol, reducía el número de eventos cardiovasculares y los casos de insuficiencia cardíaca en mujeres posmenopáusicas.
"El forrajeo de alimentos tiene muchas ventajas, pero hay que saber lo que se hace", dice Penny Kris-Etherton, profesora de nutrición de la Universidad Estatal de Pennsylvania. "Existen muchas plantas venenosas, sobre todo en la categoría de los hongos. Eso es un gran problema si se piensa que todo lo que se encuentra es comestible cuando en realidad no lo es".
Los hongos de variedades no venenosas se encuentran entre los alimentos más populares y fáciles de buscar, junto con numerosas variedades de verduras, frutas y bayas. Sin embargo, también hay valor nutricional en una variedad de raíces, frutos secos y semillas, dependiendo de la región y la temporada.
Aunque los beneficios para la salud de una dieta basada en gran parte en las plantas son numerosos, es importante asegurarse de que cualquier dieta sea completa, dijo Kris-Etherton; tratar de encontrar todos los nutrientes necesarios en la naturaleza haría del forrajeo una tarea de 24 horas.
"Hay que consumir suficientes proteínas, y, de los alimentos vegetales, eso significa comer legumbres o frutos secos", dijo. "Asegúrese de que no toda la comida sea verduras de hojas verdes y frutas".
Stark dijo que no defiende el forrajeo como única fuente de nutrición, sino como una forma de añadir "una variedad estacional fresca, gratuita, nutricionalmente densa y deliciosa" a la alimentación, además de conectar con el medio ambiente, hacer algo de actividad física y entrar en contacto con el cazador-recolector que llevamos dentro".
También señaló que es importante que los recolectores tomen medidas de seguridad y sean conscientes de las cuestiones legales y éticas antes de recoger verduras del suelo y ponerlas en el plato. Stark aconseja lo siguiente:
Stark también señala que los alimentos disponibles para forrajear cambian según las estaciones, lo que añade variedad en cuanto a sabor y nutrición.
"Es probable que comer demasiado de cualquier cosa no sea bueno para nosotros, y por eso mantener la comida hiper-estacional e hiper-local quizás nos empuje en la dirección correcta".
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Por Will Pry