MARTES, 19 de julio de 2022 (HealthDay News) -- A veces, tan solo observar a una persona puede ofrecer pistas sobre sus probabilidades de desarrollar COVID prolongada tras un encuentro con el virus.
Por ejemplo, las personas obesas tienen cinco veces más probabilidades de sufrir síntomas de COVID prolongada que persistan al menos tres meses tres eliminar su infección, encuentra un importante nuevo estudio de EE. UU.
Otro factor de riesgo es experimentar pérdida del pelo durante la enfermedad de COVID-19, encontró el mismo estudio.
El dolor de cabeza y de garganta durante la infección también aumentan en gran medida el riesgo de una persona de síntomas duraderos, añadieron los investigadores.
Pero los resultados también mostraron que otros factores de riesgo de la infección con la COVID-19 no necesariamente significan que una persona desarrollará COVID prolongada, anotó la investigadora sénior, Eileen Crimmins, presidenta de gerontología de la Universidad del Sur de California, y directora del Centro de Biodemografía y Salud de la Población de USC/UCLA.
"Lo que es un poco más interesante es las cosas que no importaban", dijo Crimmins. "El sexo no predijo la COVID prolongada. La raza/etnia no predijo la COVID prolongada. Y tener afecciones como la presión arterial alta [hipertensión], la enfermedad cardiaca, el cáncer, no predijo la COVID prolongada".
En general, se puede prever que un 23 por ciento de las personas infectadas con COVID-19 desarrollen síntomas a largo plazo, independientemente de si su infección tuvo la suficiente gravedad para requerir la hospitalización, reportaron Crimmins y sus colegas. El estudio se publicó en una edición reciente en línea de la revista Scientific Reports.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la COVID prolongada como síntomas que duran 12 meses o más tras la eliminación de la infección, señalaron los investigadores.
"Un número significativo de personas quizá tengan problemas para trabajar, cuidar a sus familias, hacer las cosas que deben hacer día a día, porque han tenido la afección", advirtió Crimmins. "Así que no es una enfermedad nimia".
Estos números se basan en el Understanding America Study COVID-19 National Panel (algo así como Panel nacional de estudio para comprender la COVID-19 en EE. UU.), una encuesta continua regular de más de 8,400 adultos de EE. UU.
A partir de marzo de 2020, cada dos semanas se pedía a los miembros del panel que rellenaran un cuestionario que detallaba su estado de salud y cualquier síntoma que pudieran tener.
Durante el año de seguimiento, alrededor de un 10 por ciento del total de los participantes reportaron que habían sido diagnosticados o tenido un resultado positivo de COVID-19.
Los investigadores se enfocaron en 308 personas que tuvieron COVID-19 y que habían reportado su estado de salud y sus síntomas antes, durante, y al menos tres meses tras su diagnóstico inicial.
¿Qué factores fueron los que más influyeron en la COVID prolongada? La obesidad aumento el riesgo de COVID prolongada de una persona casi cinco veces y media, mostraron los resultados. Otros factores de riesgo prominentes incluyeron la pérdida del pelo durante la infección, que aumentó el riesgo de COVID prolongada siete veces. El dolor de cabeza y el dolor de garganta aumentaron de forma independiente el riesgo de una persona más de tres veces.
Es probable que la obesidad y la pérdida del pelo se vinculen con la cantidad de inflamación que una persona sufre durante su infección de COVID-19, que puede provocar estragos en los órganos del cuerpo, explicó el Dr. William Schaffner, director médico de la National Foundation for Infectious Diseases.
"Quizá la obesidad permita que la inflamación persista durante más tiempo, resultando así en síntomas", apuntó Schaffner. "La pérdida del pelo fue nueva para mí, pero es obvio que será algún tipo de síntoma que se relaciona con la inflamación".
Resultó sorprendente que la edad, el sexo, la raza, la educación, el tabaquismo y las afecciones de salud preexistentes, como la diabetes y el asma, no parecieran influir en el riesgo de COVID prolongada.
Los síntomas más comunes que las personas desarrollaron durante la COVID que persistían meses más tarde incluían:
El estudio no encontró otros síntomas que han sido comúnmente reportados por los pacientes con COVID-19 Prolongada, entre ellos las lagunas mentales y el dolor de las articulaciones, anotó Schaffner.
"Hay algunas cosas que refuerzan lo que se encuentra en la literatura, y algunas otras cosas que son un poco distintas", apuntó Schaffner.
A pesar de esto, Schaffner alabó el estudio, y dijo que era "una adición valiosa a la literatura", que debería ayudar a muchos centros de COVID prolongada que se han abierto por todo el país a gestionar este fenómeno.
"Mi principal moraleja de esto es que la COVID prolongada no es inusual. De hecho, es más bien común", señaló Schaffner. "Es persistente y requerirá bastante atención médica de ahora en adelante. Se deberán dedicar muchos recursos médicos a esto, y esos recursos tendrán que estar sobre todo fuera del hospital, e incluyen un cuidado de respaldo, fisioterapia e incluso cierto respaldo psicológico para los pacientes".
Crimmins añadió que quizá se tarde años, e incluso décadas, para comprender del todo los efectos a largo plazo de la COVID-19.
La investigación sobre la pandemia de influenza de 1918 encontró que los fetos en el útero cuyas madres contrajeron la gripe tenían un riesgo un 25 por ciento más alto de enfermedad cardiaca cuando llegaban a la setentena, anotó Crimmins.
"Hay cosas que podrían suceder en esta población respecto a su salud subyacente que quizá no sean obvias de inmediato, pero que podrían tener unos efectos a largo plazo relativamente significativos", afirmó Crimmins respecto a los pacientes con COVID prolongada.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la COVID prolongada.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Eileen Crimmins, PhD, chair, gerontology, University of Southern California, and director, USC/UCLA Center on Biodemography and Population Health, Los Angeles; William Schaffner, MD, medical director, National Foundation for Infectious Diseases, Bethesda, Md.; Scientific Reports, July 8, 2022, online