VIERNES, 12 de marzo de 2021 (HealthDay News) -- Uno de cada cuatro hogares de EE. UU. usan altavoces inteligentes para consultar el tiempo, reproducir música y hacer preguntas a los motores de búsqueda. Pero una nueva tecnología podría pronto permitir a las personas preguntarle a Google qué tal está su corazón.
Los investigadores de la Universidad de Washington, en Seattle, han desarrollado una habilidad para Alexa de Amazon y Google Home que permite a los dispositivos revisar los ritmos cardiacos.
Como un murciélago que usa la ecolocalización para cazar comida, unas ondas inaudibles de sonido irradian del altavoz y rebotan del entorno antes de volver al dispositivo, para crear una imagen detallada del espacio, de hecho, tan detallada, que la tecnología puede diferenciar entre la respiración de una persona y los latidos de su corazón. Este fenómeno es posible porque el corazón en realidad crea un minúsculo movimiento en el pecho cada vez que late.
"La pregunta que planteamos es si podíamos transformar a estos altavoces inteligentes de forma que puedan realizar diagnósticos médicos", comentó el investigador, el Dr. Shyam Gollakota, profesor asociado de la Facultad de Ciencias e Ingeniería Informáticas de la Universidad de Washington. "En específico, en el estudio, mostramos que podemos usar un altavoz como Alexa o Google Home para averiguar si alguien tiene un ritmo cardiaco anómalo".
Para que la tecnología funcione, los usuarios deben estar a una distancia de uno o dos pies (de 0.30 a 0.60 metros) del altavoz, apuntaron los investigadores. Evaluaron la precisión de su trabajo en 26 participantes sanos y 24 pacientes hospitalizados con afecciones cardiacas, como la fibrilación auricular y la insuficiencia cardiaca. Entonces, los científicos recolectaron los ritmos cardiacos de todos los participantes mediante su tecnología de sonido, y además con un monitor estándar del latido cardiaco.
"Esto es similar a la forma en que Alexa siempre puede encontrar mi voz aunque esté reproduciendo un video y haya varias personas hablando en la habitación", explicó Gollakota en una declaración. "Cuando digo 'Hola, Alexa', los micrófonos funcionan juntos para encontrarme en la habitación y escuchar lo que diga a continuación. Esto es básicamente lo que sucede, pero con el latido cardiaco".
De los más o menos 12,300 latidos cardiacos que los investigadores recolectaron de los individuos sanos, el tiempo reportado entre ondas del altavoz inteligente difería en unos 28 milisegundos respecto a un monitor cardiaco estándar. De los casi 5,600 latidos cardiacos recolectados de personas con afecciones cardiacas, el tiempo del altavoz difirió del monitor en 30 milisegundos.
Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 9 de marzo de la revista Communications Biology.
"Creo que la parte emocionante de este estudio es que en realidad evaluamos a los pacientes con afecciones cardiacas, como trasplantes de corazón, ritmos cardiacos irregulares y una variedad de afecciones cardiacas distintas", aseguró Gollakota. "Y fue de verdad promisorio que pudiera ofrecer resultados no solo a los participantes regulares, sino incluso a personas que en realidad estaban en el hospital con afecciones cardiacas. De verdad es bastante promisorio".
La meta principal de la tecnología es permitir a las personas monitorizar su corazón en la comodidad de sus hogares, señalaron los autores del estudio.
Revisiones cardiacas en la comodidad de su hogar
"Una de las cosas de las afecciones cardiacos como, por ejemplo, los ritmos cardiacos irregulares, es que no aparecen con frecuencia", explicó Gollakota. "Entonces, tener una solución que no sea invasiva, sin contacto y que simplemente está ahí en su escritorio y que monitorice a su latido cardiaco todo el tiempo, puede ser bastante promisorio", señaló.
"La segunda ventaja es que, como hemos visto con la COVID, gran parte de la práctica [médica] en realidad se ha desplazado en línea, a la telemedicina", añadió Gollakota. "En este ambiente de telemedicina, si desea monitorizar las afecciones cardiacas de alguien, o averiguar si tiene un ritmo cardiaco irregular, una herramienta como esta puede ser bastante útil para realizar pruebas sobre cómo está el latido cardiaco de una persona".
La Dra. Regina Druz, presidenta de la Sección de Innovación en la Atención y el Consejo de Liderazgo del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology), afirmó que la tecnología es innovadora, y que es probable que sea el futuro de la telemedicina. Puede verlo siendo efectivo en los hogares comunitarios o para los pacientes crónicos, para que monitoricen las señales del deterioro clínico.
Pero el concepto podría tener algunas desventajas.
"En las poblaciones más enfermas, la tecnología quizá no muestre un buen grado de correlación con unas herramientas diagnósticas bien conocidas y muy prevalentes", explicó Druz. "Las poblaciones de pacientes son más diversas [al no tener un solo problema]. Tienen insuficiencia cardiaca congestiva; tienen varias anomalías en la función cardiaca, ya sea estructurales, funcionales y anomalías del ritmo que podrían potencialmente afectar la precisión de la tecnología".
Esta más reciente adaptación de los altavoces inteligentes es solo un ejemplo de cómo la tecnología existente se está rediseñando para intentar mejorar la salud de los usuarios. Según una encuesta realizada el año pasado por el Centro de Investigación Pew, alrededor de uno de cada cinco estadounidenses tiene relojes inteligentes, y las capacidades médicas de esos dispositivos se está ampliando con rapidez. Por ejemplo, James Park, director ejecutivo de Fitbit, declaró a Axios en febrero que el producto de su compañía puede ahora ayudar a detectar una infección con el coronavirus y la depresión en las primeras etapas.
Aunque en algunos casos estas herramientas pueden salvar vidas, también pueden provocar una preocupación innecesaria. Por ejemplo, un estudio que se publicó el otoño pasado en la revista Journal of the American Medical Informatics Association encontró que apenas alrededor de un 10 por ciento de las personas que fueron al médico tras recibir una lectura de pulso anómalo de un Apple Watch fueron luego diagnosticadas de una afección cardiaca.
Pero si la precisión de la tecnología como los relojes y los altavoces inteligentes aumenta lo suficiente, podrían mejorar las desigualdades en la salud, al permitir a las personas sin seguro o con un seguro insuficiente, o que viven lejos de los médicos, monitorizar su salud sin programar una visita al médico.
Más información
Visite la Universidad de California, en Los Ángeles, para aprender más sobre la tecnología inteligente y la salud.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Shyam Gollakota, associate professor, Paul G. Allen School of Computer Science & Engineering, University of Washington, Seattle; Regina Druz, MD, chair, American College of Cardiology's Health Care Innovation Section and Leadership Council; Communications Biology, March 9, 2021, online