LUNES, 8 de noviembre de 2021 (HealthDay News) -- Las personas que obtienen su grasa dietética del aceite de oliva, en lugar de un filete, podrían ayudar a reducir su riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV), sugiere un estudio preliminar.
El estudio de más de 100,000 profesionales de la salud encontró que los que favorecían los aceites vegetales y otros alimentos de origen vegetal como su fuente de grasa tenían, en general, un riesgo más bajo de ACV con los años.
En general, el 20 por ciento de las personas con la ingesta más alta de grasas vegetales tuvieron un riesgo un 12 por ciento más bajo de sufrir un ACV a lo largo de 27 años, en comparación con las personas con la ingesta más baja de estas grasas.
En el otro extremo del espectro se encontraban las personas que obtenían gran parte de su grasa dietética de la carne. El 20 por ciento con la ingesta más alta de estas grasas tenían un 16 por ciento más de probabilidades de sufrir un ACV, en comparación con el 20 por ciento con la ingesta más baja.
Muchos estudios han observado la relación entre la grasa dietética y el riesgo de ACV. Este se enfocó en las fuentes alimentarias de esta grasa, apuntó el investigador principal, Fenglei Wang, miembro postdoctoral de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston.
Y los hallazgos, señaló, favorecen reemplazar la grasa de la res con aceites vegetales, como el aceite de oliva, de soya o de maíz.
Wang presentará los resultados el sábado en una reunión en línea de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA). Los estudios presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
Los hallazgos no implican que la grasa dietética sea toda la historia cuando se trata de la salud cardiovascular, apuntó Alice Lichtenstein, profesora de ciencias de la nutrición de la Universidad de Tufts, en Boston.
Lichtenstein, que no participó en el estudio, es la autora principal de los consejos dietéticos más recientes de la AHA, que se publicaron a principios de semana.
Dijo que la calidad general de la dieta es la clave, y no un nutriente en particular.
"Es probable que las personas que comen muchas grasas vegetales también hagan muchas otras cosas, como comer frutas y verduras, hacer ejercicio y no fumar", comentó Lichtenstein.
El estudio no tomó en cuenta muchas de estas variables para llegar a sus cifras sobre la grasa dietética. Y Lichtenstein apuntó que es probable que los efectos de salud negativos de la grasa saturada expliquen parte del riesgo más alto de ACV observado entre los amantes de la carne roja. (Al contrario, las personas que favorecían a las grasas de origen vegetal probablemente comieran poca grasa saturada).
Pero el punto de que las personas deben enfocarse en toda su dieta persiste, enfatizó Lichtenstein.
"Creo que todavía tenemos una fuerte resaca de los 1990", anotó, haciendo referencia al periodo en que "bajo en grasa" se puso tan de moda.
En sus consejos, la AHA anima a las personas a comer bastantes alimentos enteros y "mínimamente procesados", y a reducir los alimentos muy procesados, como las papitas, las galletas saladas y otros refrigerios favoritos.
Esto ayuda a limitar las grasas poco saludables, además del azúcar y el sodio, apuntó Lichtenstein. Algo que es igual de importante es que una dieta rica en alimentos como las frutas, las verduras, los granos con mucha fibra y el pescado suple los nutrientes que las personas necesitan para respaldar su salud cardiovascular.
En cuanto a la grasa, la AHA recomienda enfocarse en la fuente: use aceites vegetales líquidos como los aceites de oliva, canola y cártamo, en lugar de la mantequilla. Y también recurra a alimentos como los frutos secos, las mantequillas de frutos secos, las semillas y el aguacate.
No hay que prescindir de la carne, dijo Lichtenstein. Pero elija cortes magros, evite las carnes procesadas, y reemplace algunas porciones de carne por pescado graso, que es rico en ácidos grasos omega 3 que se vinculan con una reducción en los riesgos de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular.
En el estudio, el equipo de Wang utilizó datos de dos longevos estudios de profesionales de la salud de EE. UU., con más de 117,000 participantes en total. Completaron inicialmente unos cuestionarios detallados sobre la dieta, cuando comenzaron en la década de los 1980 y luego cada cuatro años.
A lo largo de 27 años, casi 6,200 participantes sufrieron un ACV. El riesgo se redujo a medida que la ingesta de grasas vegetales aumentó. Al contrario, el riesgo aumentó junto con el consumo de grasa de la carne.
Por cada porción diaria de carne roja, el riesgo de ACV aumentó en un 8 por ciento, y por cada porción de carne procesada, aumentó en un 12 por ciento.
Wang apuntó que esto fue después de que los investigadores tomaran en cuenta factores como el consumo de calorías, los hábitos de ejercicio, el tabaquismo y el consumo de alcohol, y afecciones como la diabetes y la hipertensión.
Las personas que cambian a una dieta más rica en alimentos de origen vegetal deben hacerlo de forma inteligente. Por ejemplo, si va a comprar "alternativas" envasadas a la carne, revise la etiqueta para ver el contenido de cosas como el sodio y el azúcar, enfatizó Lichtenstein.
En general, añadió, mientras menos procesada es la comida, mejor.
Más información
La Asociación Americana del Corazón ofrece más información sobre las grasas dietéticas.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Fenglei Wang, PhD, postdoctoral fellow, Department of Nutrition, Harvard T.H. Chan School of Public Health, Boston; Alice Lichtenstein, DSc, MS, professor, nutrition science and policy, Tufts University, Boston; presentation, American Heart Association Scientific Sessions, Nov. 13, 2021, online