Los hombres quienes comen tomates hervidos, salsa de tomate o ketchup al menos dos veces en semana, pueden reducir sus probabilidades de padecer de cáncer prostático a tanto como un 36 por ciento, de acuerdo con los investigadores de Brigham and Womens Hospital y la Escuela de Salud Pública de Harvard.
En la edición de hoy de Journal of the National Cancer Institute, los investigadores atribuyen los beneficios al licopeno, un poderoso antioxidante encontrado en tomates. Se dice que absorbe radicales libres oxigenados, que son químicos corporales que pueden dañar la constitución genética de las células y se piensa que contribuyen a ciertos tipos de cáncer.
Los beneficios del licopeno son más profundos en tomates hervidos, informan los investigadores, e indican que el cocinarlos puede ayudar a disolver las paredes celulares de la fruta, lo que permite que el cuerpo absorba más del antioxidante.
Los hallazgos están basados en un estudio de 47,000 hombres entre las edades de 47 y 75 años, según los reportes cablegráficos.
