LUNES, 12 de septiembre de 2022 (HealthDay News) -- Una sola prueba de sangre que puede detectar más de 50 tipos de cáncer parece funcionar bastante bien en el mundo real, revela un estudio preliminar.
Los investigadores encontraron que, entre más de 6,600 personas que parecían sanas de a partir de 50 años, la prueba de sangre detectó una posible "señal" de cáncer en alrededor de un 1 por ciento. Cuando estos individuos recibieron unas pruebas más abarcadoras, se confirmó un cáncer en un 38 por ciento.
Los expertos aseguran que los hallazgos so un "importante primer paso" para ver qué rol podría tener la llamada prueba de detección temprana de múltiples tipos de cáncer en la atención en el mundo real.
"No está lista para el protagonismo", enfatizó la coautora del estudio, Catherine Marinac, investigadora del Instituto Oncológico Dana-Farber, en Boston.
Pero si estudios posteriores confirman la utilidad de la prueba de sangre, planteó, podría convertirse en un "punto de inflexión".
Los hallazgos provienen de un estudio llamado Pathfinder, que se está realizando en múltiples instituciones médicas en Estados Unidos para evaluar la prueba de sangre Galleri. Se trata de una de varias pruebas de sangre que están desarrollando varias compañías, todas con la meta de proveer una prueba de detección "completa" para múltiples tipos de cáncer.
La prueba Galleri puede detectar más de 50 tipos de tumor, entre ellos muchos que ahora carecen de una prueba de detección de rutina, como los cánceres de páncreas, de hígado y de ovario.
Pero aunque esto quizá parezca una panacea, cualquier prueba de detección del cáncer presenta desventajas. Una es el riesgo de que unos resultados falsos positivos conduzcan a más pruebas, quizá invasivas, solo para averiguar que no hay cáncer, con toda la ansiedad y el gasto que esto podría conllevar.
Marinac señaló que es importante estudiar no solo qué tan bien funcionan las pruebas de detección temprana de múltiples tipos de cáncer, sino qué sucede cuando forman parte de la atención en el mundo real.
Y en última instancia, indicó, una prueba de detección debe salvar vidas. Detectar si es probable que los cánceres encontrados mediante estas pruebas de sangre resulten letales implicará mucha más investigación.
La prueba Galleri es fabricada por GRAIL, una compañía de biotecnología de California que financia al estudio Pathfinder. Galleri y otras pruebas similares en desarrollo funcionan basándose en una premisa básica: buscan "señales" biológicas de que podría haber cáncer, por ejemplo trocitos de ADN excretados por las células cancerosas en el torrente sanguíneo.
Las pruebas de sangre también pueden predecir en qué lugar del cuerpo se ubica la amenaza potencial, para que los médicos puedan decidir cuáles pruebas de seguimiento (como imágenes, endoscopias o biopsias) se deben usar.
Los hallazgos se basan en más de 6,600 adultos de a partir de 50 años sin un cáncer conocido. Poco más de un 1 por ciento tuvieron un resultado positivo en la prueba Galleri, y un 38 por ciento de ellos fueron al final diagnosticados de cáncer.
De todos los pacientes con un resultado positivo en la prueba de sangre, más de un 90 por ciento se sometieron a una prueba de imágenes, mientras que la mitad recibieron más de una prueba invasiva, aunque muchas se realizaron en personas que al final no tenían cáncer.
La "odisea diagnóstica" fue más larga para las personas que al final no fueron diagnosticadas con un cáncer, aseguró Marinac. En esos casos, en general los médicos titubearon para dar por finalizados los análisis diagnósticos después de que las pruebas iniciales no mostraran un cáncer.
Para estos pacientes, la "resolución" diagnóstica tardó una mediana de 79 días, lo que significa que la mitad tuvieron que esperar más tiempo.
Un punto importante, encontraron los investigadores, es que cuando la prueba de sangre indicó que no había un cáncer, tuvo la razón un 99 por ciento de las veces.
Los resultados se presentaron el domingo en una reunión de la Sociedad Europea de Oncología Médica (European Society for Medical Oncology), en París. Los estudios presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
"Es una tecnología muy emocionante", aseguró la Dra. Ruth Oratz, oncóloga médica del Centro Oncológico Perlmutter de Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
Oratz, que no participó en la investigación, afirmó que sería "fantástico" realizar la detección de muchos tipos de cáncer mediante una única extracción de sangre. "Pero todavía no hemos llegado ahí", enfatizó.
La detección del cáncer es compleja, anotó Oratz. Dependiendo de sus factores de riesgo, algunas personas deben comenzar las pruebas de detección antes, o recibir pruebas con más frecuencia o de distintos tipos, por ejemplo.
Marinac dijo que todavía no está claro quién debería someterse a la detección con cualquier prueba de detección temprana de múltiples tipos de cáncer, con qué frecuencia tendrían que hacerlo, o si la frecuencia debería variar según los factores de riesgo de las personas.
Ambas expertas enfatizaron que las personas deben continuar con las pruebas de detección existentes para enfermedades como los cánceres de mama, de cuello uterino y de colon.
Oratz aconsejó hablar con el médico sobre cuáles pruebas de detección se deben recibir.
En este momento, ninguna prueba de detección temprana de múltiples tipos de cáncer cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. Los médicos pueden pedir la prueba Galleri, como "prueba desarrollada en laboratorio", algo que la FDA no ha regulado históricamente, según el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU.
Pero es probable que los pacientes tengan que pagar la prueba, según el instituto, y tal vez cualquier prueba diagnóstica usada para dar seguimiento a un resultado positivo.
Más información
El Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. ofrece más información sobre las pruebas de detección temprana de múltiples tipos de cáncer.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Catherine Marinac, PhD, assistant professor, medicine, Harvard Medical School, assistant professor, medical oncology, Dana-Farber Cancer Institute, Boston; Ruth Oratz, MD, medical oncologist, NYU Langone Perlmutter Cancer Center, New York City; presentation, European Society for Medical Oncology, Paris, Sept. 11, 2022, abstract