MARTES 27 de julio (HealthDayNews/HispaniCare) -- Si usted se ha mantenido al tanto de las noticias médicas en los últimos años, es casi seguro que haya oído hablar de las "estatinas".
Hasta es posible que haya oído esta pregunta: "¿Podrían ser las estatinas los próximos medicamentos milagrosos?"
Las estatinas, el nombre comercial de un grupo de medicamentos conocidos como inhibidores de la HMG-CoA reductasa, así llamados por la enzima cuya actividad bloquean, se recetan generalmente por su capacidad para reducir los niveles de colesterol LDL, el colesterol "malo" que bloquea las arterias.
Son mus eficaces para esta tarea. Los estudios han demostrado que la terapia de estatinas puede reducir los niveles de LDL en la sangre de un paciente entre 25 y 35 por ciento. Esto implica una reducción significativa de los riesgos de ataque al corazón y apoplejía.
Parece que las estatinas también aumentan los niveles de HDL, el colesterol "bueno", que reduce aún más los riesgos de problemas cardiovasculares. Además, ayudan al corazón y a los vasos sanguíneos de otras maneras al prevenir la ruptura de los depósitos que forman coágulos, o placas, que recubren las arterias enfermas, y a relajar los vasos sanguíneos, lo que estimula formación de nuevos vasos y previene los coágulos.
Las evidencias también apuntan a que las dosis más altas de estatinas siguen bajando el LDL, un marcador de riesgo de enfermedad cardiaca sobre el que los médicos insisten cada vez más con que "entre menor sea, mejor".
La potencia de las propiedades para acabar con el colesterol ha llevado a lanzar las estatinas al estrellato. En 2000 ya eran el segundo medicamento de prescripción del mundo con un nivel de ventas de $15.9 mil millones, según IMS Health, una empresa de investigación de mercados.
Se espera que que el uso de estatinas aumente. Los funcionarios de salud de los Estados Unidos emitieron hace poco nuevas directrices para que los pacientes reduzcan sus niveles de LDL a 70, pues las directrices anteriores indicaban 100.
Aún así, todavía se considera que las estatinas no se prescriben lo suficiente, al menos no para el colesterol.
Aproximadamente, 11 millones de estadounidenses toman los medicamentos y otros 36 millones deberían estar tomándolos, según los expertos. Más de 200 millones de personas alrededor del mundo presentan el cuadro según el cual deberían estar en tratamiento con estatina, aunque sólo 25 millones la usan.
Las investigaciones están demostrando que las estatinas tienen propiedades beneficiosas para otros problemas de salud, como cáncer de mama, apoplejía, osteoporosis y artritis reumatoidea.
Aunque el estudio es muy alentador, las estatinas no están listas para ser agregadas al agua potable. Pueden causar efectos secundarios potencialmente graves, incluyendo una enfermedad que destruye la musculatura, conocida como rabdomiólisis, que puede causar minusvalía e incluso la muerte si no se detecta a tiempo. Bayer abandonó la carrera de las estatinas en agosto de 2001, luego de que 31 personas murieran de rabdomiólisis asociada con el medicamento.
También se sabe que las estatinas causan dolor muscular y debilidad, fatiga, problemas cognoscitivos y de memoria, y perturbaciones del sueño. También pueden causar disfunción eréctil, sudores y otros problemas para regular la temperatura corporal.
En abril, investigadores de los U.S. National Institutes of Health informaron que las mujeres que usan estatinas durante el primer trimestre del embarazo pueden aumentar las posibilidades de que sus bebés nazcan con defectos graves en el sistema nervioso central y con deformidades en las extremidades.
Más Información
Para saber más acerca de las estatinas, visite el National Heart, Lung, and Blood Institute.