JUEVES, 2 de septiembre de 2021 (HealthDay News) -- Cuando las personas tienen artritis de rodilla, el cartílago que amortigua a la articulación se descompone de forma progresiva. Ahora, un estudio da indicios de una posible solución: reemplazarlo con cartílago de la nariz.
Los investigadores evaluaron el método en apenas dos pacientes con artritis de rodilla, y dijeron que queda mucho trabajo por delante.
Pero los hallazgos iniciales, que se publicaron en la edición del 1 de septiembre de la revista Science Translational Medicine, indican que las células del cartílago nasal se pueden usar de manera segura para generar cartílago de reemplazo para la rodilla.
Y meses tras el procedimiento, los dos pacientes reportaban menos dolor y una mejor función de la rodilla.
Pero no está claro si este alivio se puede atribuir al cartílago de reemplazo.
"Distamos mucho de poder afirmar una eficacia", señaló el investigador Ivan Martin, profesor de la Universidad de Basilea, en Suiza.
Dijo que se necesitan más estudios para evaluar rigurosamente el procedimiento como tratamiento para la osteoartritis de rodilla.
La osteoartritis se refiere a la forma común de artritis de "desgaste", en que el cartílago de la articulación (el tejido protector en los extremos de los huesos) se deteriora de forma gradual. Con el tiempo, esto provoca cambios en el hueso en sí, lo que conduce a la inflamación, la rigidez en la articulación y el dolor.
Hay tratamientos para la artritis de rodilla, como la fisioterapia y las inyecciones de cortisona, pero no hay manera de frenar la progresión. En algún momento, quizá se necesite una cirugía de reemplazo de la articulación.
Ahora mismo, hay formas de reparar el daño en el cartílago de la rodilla hasta cierto punto, que incluyen pasar el cartílago de una parte que no soporta peso a la rodilla para rellenar el defecto del cartílago lesionado.
Pero estos tratamientos se usan cuando hay un área limitada de daño en el cartílago, por ejemplo un desgarro por una lesión deportiva, explicó el Dr. Andreas Gomoll, un cirujano ortopédico que no participó en el estudio.
Gomoll, que trabaja en el Hospital de Cirugía Especial, en la ciudad de Nueva York, lo explicó de esta manera: si la calle tiene un solo bache, pero el pavimiento está bien, se puede simplemente rellenar el bache. Pero si la calle está llena de baches, esto no funciona.
La osteoartritis de rodilla se parece a esta últimas situación, apuntó Gomoll.
Además, explicó, la rodilla artrítica está llena de inflamación, lo que podría exponer a cualquier cartílago trasplantado a un "ambiente tóxico".
En el nuevo estudio, el equipo de Martin observó si las células de cartílago nasal podían servir como una posible alternativa. La investigación ha sugerido que este cartílago tiene una mayor capacidad de regeneración, y que podría ser más adaptable a condiciones desfavorables. También es fácil sacar células de la nariz.
Los investigadores comenzaron en el laboratorio. Primero, utilizaron condrocitos nasales (las células del cartílago) para cultivar cartílago nuevo, que entonces expusieron a unos factores inflamatorios similares a los que se encuentran en las rodillas artríticas. El cartílago aguantó, e incluso pareció calmar el "perfil inflamatorio" de las células de las articulaciones artríticas.
Entonces, los investigadores mostraron que el cartílago trasplantado se podía integrar con éxito en las articulaciones artríticas de animales de laboratorio.
Luego les llegó el turno a los dos pacientes con osteoartritis de rodilla. Ambos pacientes tenían 30 y tantos años, y sufrían de dolor en las rodillas y otros síntomas que no respondían a las terapias no quirúrgicas.
Se sometieron a una osteotomía, que es un procedimiento quirúrgico en que los huesos de la articulación de la rodilla se cortan y se realinean para aliviar la presión en el área dañada del cartílago. También recibieron cartílago de reemplazo, producido con sus propias células nasales.
Unas IRM posteriores mostraron que el cartílago nasal había rellenado los defectos del cartílago de las rodillas de los pacientes. Y entre tres y 14 meses tras el procedimiento, los pacientes reportaban menos dolor y una mejor función de la articulación de la rodilla.
Pero Gomoll advirtió que el alivio de los síntomas podría deberse a la osteotomía.
Martin se mostró de acuerdo en que no está claro si el cartílago nasal en sí fue un tratamiento efectivo. Señaló que se necesitan estudios de mayor tamaño no solo para probar su efectividad, sino también para averiguar cuáles pacientes serían buenos candidatos.
Gomoll indicó que será interesante ver si el cartílago nasal de hecho "tiene algunos trucos" que le permitan prosperar en la rodilla artrítica.
También advirtió que la osteoartritis es más compleja que simplemente un defecto del cartílago. Hay inflamación y daño en otras estructuras de la articulación. Además, hay factores del paciente que contribuyen a la afección, apuntó Gomoll, como el sobrepeso, ser "patizambo" (como los dos pacientes del estudio), e incluso la genética.
Debido a esta complejidad, Martin no considera que el cartílago nasal sea una panacea. "Creo que, en última instancia, se necesitará una terapia combinada", planteó.
Martin añadió que la fisioterapia sería esencial, para ayudar a prevenir que el nuevo cartílago se deteriore igual que el cartílago "originario".
Más información
La Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (American Academy of Orthopaedic Surgeons) ofrece más información sobre la artritis de rodilla.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Ivan Martin, PhD, professor, department of biomedicine, University of Basel, Switzerland; Andreas H. Gomoll, MD, associate attending orthopedic surgeon, Hospital for Special Surgery, and associate professor, orthopedic surgery, Weill Cornell Medical College, New York City; Science Translational Medicine, Sept. 1, 2021, online