JUEVES, 26 de agosto de 2021 (HealthDay News) -- Un nuevo método de estimulación de la médula espinal podría reducir de forma drástica el dolor de espalda crónico, sugiere un pequeño estudio piloto.
El estudio, de 20 pacientes con un dolor lumbar persistente, evaluó los efectos de implantar electrodos cerca de la médula espinal para estimularla con unos pulsos eléctricos de frecuencia "ultrabaja".
Tras dos semanas, un 90 por ciento de los pacientes reportaron una reducción de al menos un 80 por ciento en sus calificaciones de dolor, encontraron los investigadores.
La mejora es sorprendente, señalaron los expertos. Pero advirtieron que el estudio fue demasiado pequeño y a corto plazo para sacar conclusiones.
"Esa mejora es casi demasiado buena para ser cierta", aseguró el Dr. Houman Danesh, que es director de la división de gestión integral del dolor del Hospital Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.
Danesh, que no participó en el estudio, dijo que los resultados pueden estar sesgados, porque el grupo de pacientes fue tan pequeño. Por otro lado, apuntó, es posible que los investigadores "de verdad hayan encontrado algo".
Solo unos estudios más grandes y a más largo plazo pueden responder a esa pregunta, señaló Danesh.
No se trata de que la estimulación eléctrica en sí no esté probada para el dolor de espalda. Los especialistas en la gestión del dolor, incluso Danesh, ya usan el método con ciertos pacientes.
Se puede hacer de forma no invasiva, mediante la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (ENET), en que se colocan electrodos en la piel encima de las áreas adoloridas, para administrar pulsos eléctricos en los nervios subyacentes.
Otra opción es la estimulación de la médula espinal: los médicos implantan electrodos cerca de la médula espinal, junto con un generador de pulsos que se coloca bajo la piel de los glúteos o el abdomen. Los pacientes pueden entonces usar un control remoto para enviar pulsos eléctricos a la médula espinal cuando sienten dolor.
La teoría es que la estimulación interrumpe la transmisión de la señales del dolor desde la médula espinal al cerebro.
Ahora mismo, la estimulación de la médula espinal se reserva para ciertos casos difíciles de dolor de espalda, por ejemplo las personas que continúan teniendo dolor incluso después de una cirugía de espalda, explicó Danesh.
Pero la efectividad del método varía de una persona a otra, y los investigadores han estado buscando formas de refinarlo.
En el nuevo estudio, un equipo de EE. UU. y Reino Unido evaluó lo que denomina estimulación de la médula espinal de frecuencia ultrabaja.
Los investigadores comenzaron con experimentos de laboratorio en ratas, y encontraron que los pulsos eléctricos bloqueaban la mayor parte de las transmisiones de las señales de dolor a través de la médula espinal, de una forma que parece distinta a las técnicas actuales de estimulación de la médula espinal.
Entonces, pasaron a 20 pacientes con dolor lumbar crónico, muchos de los cuales también tenían un dolor que bajaba por la pierna (lo que se conoce comúnmente como ciática). Los investigadores les implantaron electrodos a los 20, pero dos pacientes se retiraron debido a una infección en el lugar de la cirugía.
Entre los 18 pacientes que terminaron el estudio de dos semanas, las calificaciones de dolor mejoraron en un promedio de un 90 por ciento. Casi todos los pacientes tuvieron mejoras de al menos un 80 por ciento.
Cuando quitaron los electrodos, el dolor de espalda de los pacientes volvió de inmediato, según los hallazgos, que se publicaron en la edición del 25 de agosto de la revista Science Translational Medicine.
"La mejora del dolor fue dramática, y esta es una de las características de este tratamiento que encontramos tan impresionante", aseguró el investigador sénior, Stephen McMahon, director del Consorcio de Dolor de Londres, del Colegio Universitario del Rey de Londres, en Reino Unido.
"Otras terapias exitosas para el dolor encuentran de manera más general una mejora clínica de un 30 a un 50 por ciento", añadió.
Dicho esto, McMahon advirtió que el estudio tuvo un tamaño reducido y que fue a corto plazo. Se necesitarán más estudios clínicos para definir la efectividad y duración de la terapia, dijo.
Uno de los puntos fuertes de este estudio inicial es que "muestra directamente una potente inhibición de las señales relacionadas con el dolor", anotó McMahon.
Al haber identificado "un mecanismo tan robusto", agregó, quizá sea posible usar la técnica para una variedad de afecciones, aparte del dolor de espalda.
El estudio fue financiado por Presidio Medical, Inc., de South San Francisco, que está desarrollando la tecnología.
Danesh dijo que "creo que continúa una tendencia de un avance tecnológico en el uso de la estimulación de la médula espinal".
Pero enfatizó que, independientemente de cuáles tratamientos las personas utilicen para el dolor lumbar, algunos fundamentos de baja tecnología siguen siendo clave, como resolver los malos hábitos posturales y los desequilibrios en la fuerza muscular.
Estar todo el día sentado, y el debilitamiento resultante en los músculos de los glúteos, es un importante culpable, anotó Danesh.
Fortalecer esos músculos, junto con ser activo en general, es esencial.
"Hay que moverse, cuando se siente dolor y cuando no", señaló Danesh. "El movimiento es medicina".
Más información
La Universidad Johns Hopkins ofrece más información sobre los tratamientos no quirúrgicos para el dolor lumbar.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Stephen McMahon, PhD, FMedSci, professor, physiology, and director, London Pain Consortium, King's College London, U.K.; Houman Danesh, MD, associate professor, anesthesiology, perioperative and pain medicine, Icahn School of Medicine at Mount Sinai, and director, integrative pain management, Mount Sinai Hospital, New York City; Science Translational Medicine, Aug. 25, 2021, online